MÉXICO.- Cuando la meteórica trayectoria de Joy Division llegó a su fin el 18 de mayo de 1980 con el suicidio de su líder Ian Curtis, tan solo un par de días antes de que empezaran su primera gira por Estados Unidos, comenzó casi simultáneamente la mitología que los consagraría en definitiva como una de las bandas de rock más importantes de todos los tiempos, pese a haber grabado apenas un par de discos.
Desde su improbable surgimiento en el páramo industrial de Manchester de mediados de 1970 y su obcecación con un sonido y una actitud que definiría buena parte del post-punk, la historia de Joy Division es tan única e inverosímil que se resiste a ser contada con fidelidad… quizá salvo por los propios miembros de la banda y su entorno.
En Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás, publicado por la editorial independiente Sexto Piso, el legendario periodista musical Jon Savage se ha encargado de que ocurriera precisamente eso, al ensamblar un rompecabezas oral donde Ian Curtis, Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris, así como miembros clave de su historia como Tony Wilson, Rob Gretton, y por supuesto Deborah Curtis y Annik Honoré relatan de viva voz y en tiempo real cada paso en el camino de Joy Division. El resultado es un apasionante relato oral, tejido a partir de cientos de entrevistas realizadas a lo largo de tres décadas, donde se registra el nacimiento, ascenso y abrupto fin de un proyecto musical y artístico que continúa reverberando en los oídos y las mentes de millones de personas, que siguen encontrando después de tantos años extraños y oscuros placeres en la música de Joy Division.