PUEBLA, MÉXICO.- El viernes pasado se aprobaron en la sesión de Cabildo una serie de modificaciones al Capítulo 27 del Código Reglamentario Municipal (Coremun) con la finalidad de aumentar las sanciones económicas para aquellos que cometan maltrato animal en sus diferentes formas. Una de esas modificaciones es la que generó polémica puesto que obliga a los propietarios de perros razas “feroces” a que los canes usen bozal cuando estén en la vía pública.
Iván Galindo, quien preside la Comisión de Servicios Públicos de Regidores, explicó que esta y el resto de las modificaciones surgieron de una serie de debates en los que participaron organizaciones dedicadas a la defensa de los animales y especialistas profesionales tras lo cual se determinó que aumentar las penas económicas resultaría persuasivo para los ciudadanos que cometen maltrato animal.
La polémica está generada por dos artículos del mencionado capítulo, según comentó. El primero de los cuales, el 1833, establece una definición de razas “feroces”: “los animales que por su naturaleza se tornen violentos, agresivos y difíciles de contener”.
El otro es el 1861 que establece que para estar en la vía pública los perros de las siguientes razas deben contener boza, se trata del pitubul terrier; sttaford bull terrier; american sttafordshire terrier; rottweiler; dogo argentino; fila brasileño; toso y akita e inu o cualquiera de sus cruces con estas razas de animales, así como los perros destinados a “guardia y protección”.
Las sanciones por no cumplir con la disposición van de los 5 mil a los 350 mil pesos y Galindo explica que el monto será determinado por un Juzgado Calificador en razón de diversos factores y agravantes tales como si hubo reincidencia en, si el perro atacó a una persona o causó daños, la gravedad de los daños, si hubo dolo por parte del dueño para no poner el bozal y propiciar un ataque.
Pero advierte que esta no es una disposición que impida poseer perros de esas razas y la sanción responde a que se tienen reportes de que en algunas colonias, vecinos hostigan con sus perros a otros ciudadanos, además de los ataques que se han registrado, pero en el caso de que algún ciudadano no coloque el bozal a su perro y no tenga una mala intención podrá ser amonestado sencillamente por las autoridades de Control Animal del ayuntamiento pues las modificaciones no buscan en sí la aplicación de multas si no primordialmente prevenir accidentes.
Disposiciones del uso de bozal en estas razas, dice, ya existen en otros países con mayor experiencia en la prevención de ataques de caninos pero reconoce la nueva normativa debe ser susceptible de ser adecuada en caso de que se requiera, ello en razón de la polémica que ha provocado la exigencia del uso de bozal, por lo que invitó a ciudadanos y organizaciones a ponerse en contacto con él para que manifiesten sus opiniones al respecto.