PUEBLA, MÉXICO.- La noche del miércoles murieron en un ataque cuatro militares, 10 más resultaron heridos y un policía estatal también fue lesionado.
Las versiones oficiales indican que un grupo de los efectivos había acudido a Palmarito Tochapan a atender un reporte sobre una toma clandestina para extraer gasolina de un ducto y cuando ya estaban en el lugar fueron atacados a tiros por hombres que se refugiaban detrás niños y mujeres por ello los militares no respondieron a la agresión y resultaron heridos.
Tras esto se registraron otros enfrentamientos en esa misma comunidad perteneciente a Quecholac, en los que murieron seis personas, incluido un joven de 17 años y una señora de 60 años, cuyos familiares afirman que en su caso regresaba de trabajar en el campo. Además se detuvo a 13 personas y más tarde, en un lugar que no ha sido especificado se detuvo a una más y todos rinden declaración en la Fiscalía General del Estado.
El poderío de los grupos dedicados al robo de combustible en este corredor del oriente del estado es tal que ayer el secretario General de Gobierno, Diódoro Carrasco, afirmó que en el segundo enfrentamiento los militares fueron atacados desde vehículos blindados y el fiscal General, Víctor Carrancá, afirma que se tiene plenamente identificado al líder de la banda que opera en Palmarito Tochapan e incluso ya cuenta con una orden de aprehensión aunque no explicó porqué no se ha ejecutado la misma.
Por su parte el gobernador del estado, Antonio Gali Fayad, ofreció una rueda de prensa junto a estos funcionarios y criticó abiertamente el hecho de que por “tener un ingreso económico” se “utilice como carne de cañón” a niños y que haya gente dispuesta a utilizarlos como escudo humano, dijo que quienes colaboren con las bandas dedicadas al robo de combustible, aún encubriéndolas, están cometiendo un delito que se sanciona con prisión.
Dijo que su gobierno no sólo ha emprendido una serie de operativos en colaboración con la autoridades federales que han dado como resultados el aseguramiento de más de 2 millones de litros de combustible, 500 autos utilizados por los llamados huachicoleros y 700 personas detenidas y sostiene que lo ocurrido ayer motiva a las autoridades a intensificar estos operativos. De hecho, tras lo ocurrido se montó una base de operaciones en Quecholac con el objetivo de realizar un operativo al que denominaron “Palmarito” con lo que se advierte que la tensa situación en esa región podría continuar.
Mientras esto ocurría en la ciudad de Puebla en la autopista que conduce a Orizaba un grupo de pobladores mantenía un bloqueo que se prolongó durante aproximadamente cinco horas y exigían que se liberara a las 14 personas detenidas y acusaron abusos militares luego del ataque que sufrieron.
Algunas personas aseguraron a reporteros que la mujer de 60 años que llamaba Felipa Olalla que falleció descendía de una camioneta luego de trabajar en el campo junto a otras vecinas y al ver el operativo militar intentó correr a su casa pero una bala entró por su frente antes de lograrlo. Lo que demuestra que algunos ciudadanos de esa comunidad viven atrapados entre la delincuencia generada por el robo de combustible y la consecuente violencia que eso ha generado.