- La Fiesta del Libro y la Rosa reunió a los escritores Almudena Grandes y Antonio Ortuño
MÉXICO.— Se llevó a cabo la charla “Literatura: lo social y lo político”, entre la escritora Almudena Grandes y el escritor Antonio Ortuño, ambos moderados por Berna González Harbour, en el marco de las actividades de la Fiesta del Libro y la Rosa 2020.
La novelista española comenzó reconociendo que ya se ha acostumbrado al encierro; mencionó que durante las últimas semanas se la pasó viajando mucho por una presentación, ante lo cual ya añoraba quedarse en casa. Afirmó que se encuentra bien porque dedica su tiempo a escribir y reveló que ya tiene una idea literaria en ciernes, sin dar detalles de la trama.
Por su parte, Ortuño consideró un consuelo estar encerrado por una contingencia y no por haber matado a alguien ni por haber hecho algún fraude; coincidió en que sus mejores momentos son cuando escribe, pero matizó que a veces le cuesta trabajo hacerlo en medio de tanta sobreinformación.
Cuando Berna González planteó la posibilidad de la existencia de un libro que no sea social o político, la novelista madrileña manifestó que la escritura está intrínsecamente ligada a la ideología, por lo cual no es posible concebir una literatura sin vinculación con el acto humano de hacer política; añadió que todo texto sin un posible abordaje social resulta incomprensible.
Ortuño opinó que la literatura no está para cumplir las funciones del periodismo ni de las publicaciones en redes sociales en una época de contingencia, ello porque la simple actividad de leer libros implica una distancia. Señaló que la literatura reaccionará como lo hizo en la época de la posguerra, desde diversas aristas, y anticipó que tanto la literatura como el mercado del libro exigirán a los escritores encontrar la forma de resonar en los lectores.
El escritor mexicano también señaló que la solidaridad sólo nace en los terremotos, pues la contingencia sólo ha dividido a las personas en función de las decisiones políticas que se han tomado a nivel federal y estatal. Finalmente, Almudena Grandes recomendó leer Robinson Crusoe porque cada uno en su casa es Robinson; Ortuño mencionó El señor de las moscas como advertencia para no terminar en el estado de salvajismo absoluto que se relata en el libro.
