MÉXICO.- Tras confirmarse el fallecimiento del papa Francisco, el Vaticano ha activado el antiguo protocolo de sede vacante, que marca el inicio del proceso para elegir al nuevo líder de la Iglesia católica, una comunidad que hoy reúne a más de mil 300 millones de fieles en todo el mundo.
La transición ya está en marcha: 136 cardenales menores de 80 años se reunirán próximamente en Roma para participar en el cónclave, una serie de votaciones secretas dentro de la Capilla Sixtina que culminará con el anuncio del nuevo pontífice. El elegido deberá contar con al menos dos tercios de los votos.
¿Quién podría ser el próximo papa?
El Colegio Cardenalicio, bajo la dirección del cardenal Giovanni Battista Re, ya está organizando el cónclave, que debe comenzar entre 15 y 20 días tras el deceso, aunque podría adelantarse.
Entre los posibles sucesores, destacan figuras con trayectorias diversas:
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Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, es considerado uno de los favoritos. Su perfil diplomático y moderado lo posiciona como un candidato con capacidad de liderazgo institucional.
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Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, representa una opción más pastoral. Conocido por su compromiso social y su labor en mediaciones internacionales, es cercano a sectores que buscan una Iglesia más abierta y solidaria.
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Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, aporta experiencia en diálogo interreligioso desde una de las regiones más complejas del mundo.
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Luis Antonio Tagle, cardenal filipino y actual Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, suma apoyos gracias a su carisma, su sensibilidad intercultural y su conexión con el sur global, donde el catolicismo está en expansión.
Señales desde la Capilla Sixtina
Durante el cónclave, cada votación se marcará con señales de humo. El humo negro indica que no se ha alcanzado un consenso; el blanco, que el mundo tiene nuevo papa.