Fotografía: Especial

Lenguas sin escritura, discriminación y riqueza: la paradoja del español en América

En MIXCOATL Redacción Leviatán

MÉXICO.- De las más de seis mil lenguas que se hablan en el mundo, solo una mínima fracción —menos de 100— cuenta con escritura. El resto vive en la oralidad, lo cual no les impide expresar con la misma profundidad la vida, el pensamiento y la cultura de sus hablantes. Así lo afirmó Concepción Company Company, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional.

Durante una charla sobre el devenir del español en América, la especialista subrayó que el trasplante del idioma se dio gradualmente desde la llegada de Cristóbal Colón en 1492. “Sabemos con precisión a qué hora y dónde comenzó: el 12 de octubre, a las 4:40 horas, en lo que hoy es Guanahani, Bahamas”, apuntó. Lo que empezó como lengua de conquista, se transformó en patrimonial, con casi 500 millones de hablantes nativos en América.

Sin embargo, ese avance se dio a costa de las lenguas amerindias, que eran mayoritarias hasta el siglo XVIII. A partir de la Independencia y las reformas del siglo XIX, pasaron a ser minoritarias y sufrieron un retroceso acelerado. A pesar de que el español se ha nutrido profundamente de las lenguas originarias —desde palabras como titipuchal, toloache o chicle, hasta estructuras sintácticas heredadas—, las comunidades indígenas han enfrentado históricamente discriminación lingüística y social.

Company Company codirige desde 2012 el Corpus Diacrónico y Diatópico del Español de América (CORDIAM), un proyecto que documenta cómo, desde 1494, los textos coloniales ya contenían expresiones peyorativas hacia los pueblos originarios. Frente a este legado, la académica hace un llamado a reconocer que no hay lenguas puras: todas viven del contacto, del préstamo, de la mezcla. Y en esa mezcla, América ha dado al mundo palabras, sabores y visiones que siguen vivas, incluso en la oralidad más olvidada.

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