- El autor de obras como Palinuro de México, José Trigo y Noticias del Imperio, es recordado este 14 de noviembre en su quinto aniversario luctuoso
MÉXICO.- La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerdan a Fernando del Paso (14 de noviembre de 2018) a cinco años de su muerte, pintor, académico y escritor, cuya obra despliega una arquitectura narrativa única dentro de la literatura mexicana.
El buen humor y una enorme erudición fueron dos aspectos que signaron la presencia de Fernando del Paso en el ámbito cultural. Durante el festejo por sus 80 años, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en 2015, al cual asistió portando lentes oscuros y un saco rojo, se describió a sí mismo no como un escritor con éxito, sino como “un ser humano con suerte”, cuyo privilegio es “tener jóvenes lectores”.
El escritor, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1991 y Cervantes 2015, se convirtió en un referente de la literatura solo por sus tres principales novelas: José Trigo (1966), por el cual obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia; Palinuro de México (1977), Premio Internacional Rómulo Gallegos 1982 y Premio Médicis 1985 a la mejor novela publicada en Francia, y Noticias del Imperio (1987), por la cual, en 2009, el príncipe Philippe, heredero al trono de Bélgica, le otorgó la Orden de Comendador de la Corona.
Su presencia, “en efecto, es única”, señaló en entrevista el escritor Alejandro Toledo, uno de sus grandes lectores y estudiosos, quien recordó que los personajes de Palinuro de México no son solo de sus más entrañables, sino los ideales para iniciarse en el mundo narrativo de Fernando del Paso.
“Empecé a leerlo en los años ochenta, cuando tenía, más o menos, la edad de los personajes de Palinuro de México y, como ellos, frecuentaba los alrededores de la Plaza de Santo Domingo. Por eso mi relación más cercana es con esa novela”.
Recordó cuando un vendedor de una de las varias librerías Porrúa que había por el Centro Histórico le mostró “ese hermoso tabique blanco”, que era la edición de Joaquín Mortiz. Alguien le dijo: “Quizá te interese esta novela”, y le puso el título en un papelito, que luego le enseñó al empleado de la librería. “Disfruté no solo el peso del tabique, sino además el humor de la novela, y con ella revisité esos espacios que eran ya para mí muy queridos”.
Toledo expresó que el orbe de los estudiantes de medicina de Palinuro de México podría ser un buen arranque para conocer a Fernando del Paso. El humor sostiene a esa novela, y es un humor que viene directamente del que se escuchaba o se vivía en la Ciudad de México en los años sesenta, ligado también al movimiento estudiantil de 1968.
“Hay humor y erotismo, pues en esa década se dio una gran revolución sexual. Tal es la esencia de esa novela, es la contracultura puesta en página… Sin duda es mi libro favorito de Fernando del Paso, aunque hay quien empieza y se detiene en Noticias del Imperio, que es su título más conocido, y un gran referente de la novela histórica; y muchos evitan José Trigo, compleja por su barroquismo y su estructura, igualmente disfrutable si uno es afín a novelistas como Laurence Sterne o James Joyce”.
El arquitecto de la gran novela
Sobre el lugar que ocupa Fernando del Paso en la historia de la literatura mexicana, Alejandro Toledo subrayó que es el de “un gran novelista que construyó uno de los mayores edificios narrativos de la literatura mexicana”, y destacó que “no fue un autor de libro por año, sino que dedicó casi una década a cada una de sus grandes novelas. Todo esto lo hace singular, y quizá también solitario”.
Fernando del Paso es un autor que publicó sus primeros escritos a finales de los cincuenta, al iniciarse como poeta con Sonetos de lo diario; luego, en los sesenta, apareció su primera novela extensa, José Trigo; en los setenta, Palinuro de México; de los ochenta es Noticias del Imperio, y Linda 67, historia de un crimen —su incursión en lo policiaco—, de los noventa; más otros títulos posteriores que circulan alrededor de la obra principal.
“Esto hace que uno lo perciba como un autor excepcional, al margen de grupos o generaciones; ocurre lo mismo por sus estancias en el extranjero, en Reino Unido y Francia, por lo que se le percibía como lejano”, aseguró Toledo.
El también investigador y crítico explicó que, si bien Del Paso inició como un poeta de verso medido, fue en la prosa donde desarrolló su voz lírica. Asimismo, agregó que el teatro fue un género que exploró como parte de sus búsquedas y experimentaciones dentro de la novela. “Noticias del Imperio provocó algunas puestas en escena. Y más tarde escribió una obra en verso sobre la muerte de Federico García Lorca”.
A cinco años de su fallecimiento se recuerdan las palabras del gran novelista mexicano, que también fue pintor y ensayista lúcido, con libros como Bajo la sombra de la historia, publicado de manera póstuma, donde reflexiona sobre el Islam y el judaísmo.