MÉXICO.- Nacida en San Jerónimo Tlacochahuaya, una localidad de la cultura zapoteca del Valle en el estado de Oaxaca, Gabriela Morac ha forjado un camino singular en el ámbito artístico y educativo.
En entrevista comenta que sus primeros pasos en el arte los dio en el taller Puerta Azul, de la Casa de Cultura Oaxaqueña, en 2004, y al año siguiente, su pasión la llevó a ingresar a la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especializándose en grabado.
“Llegar a la ciudad, fue un cambio muy drástico. Llegar y darme cuenta de lo distinto que era el mundo en el que viví toda mi vida y el que estaba por conocer, algo que sin duda marcó mi forma de creación”, dice.
De acuerdo con la artista, busca reflejar en cada trazo y color su visión personal del mundo, enlazada con las enseñanzas y simbolismos de las antiguas culturas.
“Cada una de mis creaciones lleva impregnada mi percepción, que resuena con las visiones de culturas ancestrales. Al observar el sol o al sentir el viento estamos conectando con esta naturaleza que a menudo elegimos ignorar”, relata.
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La artista añade que sus intereses giran alrededor del origen humano, de sus ancestros zapotecos y de cómo se conectan con ella y con las emociones del ser humano.
Asimismo, asegura que la conexión con sus raíces no solo se limita a su arte, pues ha extendido su compromiso hacia la comunidad a través de iniciativas educativas.
En 2016, Gabriela Morac fundó el Espacio Panoplia, que nació como un lugar personal de trabajo, y, por necesidad de que su comunidad contara con un espacio para las artes y la cultura se impulsó a abrirlo al público. “Arrancamos talleres dirigidos a niños, abordando desde gráfica y pintura, hasta defensa personal y germinación de semillas”, comenta.
Actualmente trabaja en uno sus proyectos más ambiciosos y personales: el Mont lo gi’ts, un juego didáctico diseñado para el aprendizaje del zapoteco. De acuerdo con la artista, esta iniciativa surgió tras constatar la disminución de hablantes nativos en su comunidad.
Dice que, en cierta ocasión, algunas personas la buscaron en Panoplia y le mencionaron que estaban buscando niños que hablaran zapoteco. Sin embargo, en Tlacochahuaya ya no quedaban pequeños que dominaran esa lengua.
“Esta situación despertó en mí la necesidad de revitalizar el idioma, dando origen a la idea de instaurar un taller de zapoteco y tras investigar en redes, descubrí que una persona de Tlacochahuaya, que había residido en Estados Unidos, impartía clases en línea de zapoteco. Me puse en contacto con ella, ya que, a pesar de haber aprendido el idioma, carecía del conocimiento pedagógico necesario para enseñar. Por ello, le propuse iniciar un nuevo taller de zapoteco. Afortunadamente, esta persona ya había vuelto a establecerse en nuestra comunidad”, cuenta.
Aunque el entusiasmo era palpable explica que sintió que faltaba material didáctico enfocado en los más jóvenes, y es ahí en donde nace Mont lo gi’ts, proyecto que todavía está en desarrollo y pretende culminar en 2024. Consta de una colección de imágenes basadas en gráficos tradicionales, respaldada por 15 grabadores mexicanos.
Morac explica que estas imágenes, en su etapa final, serán llevadas al ámbito digital mediante cápsulas audiovisuales y animaciones, siempre con voces locales en zapoteco.
“Es un esfuerzo colectivo en el que arte, lengua y comunidad se entrelazan. La memoria y la identidad están en juego, y a través de este proyecto, esperamos plantar una semilla de continuidad para las futuras generaciones”, concluye.
Para más detalles sobre el trabajo de Gabriala Morac, se puede visitar su sitio oficial en panopliagrafica.wixsite.com/espaciopanoplia o seguir sus avances y exposiciones en su perfil de Facebook en https://www.facebook.com/profile.php?id=1048780042 e Instagram @moracgabriela.