PUEBLA, MÉXICO.- El humor no solamente sirve para hacer reía a la ligera, sino también podría funcionar como un método de resistencia para las mujeres y una herramienta política para hacer reflexiones serias sobre la vida.
Al menos así es como lo considera la payasa poblana Karen Tlahuizo, una artista escénica local quien junto a Verónica Pérez creó, desde hace cinco años, el Festival Vabieka, un encuentro cirquero que busca reivindicar en el estado, el país y otros lugares de Latinoamérica, la profesión de la payasería y la figura de las profesionales del oficio.
En entrevista con LEVIATÁN a propósito del III Vabieka Fest que se realizará del 24 al 29 de mayo, señaló que “no hay nada ligero en ejecutar humor”, por lo que este año tomaron por eslogan la consigna “Payasas Resistiendo”.
Lo anterior como una forma de visibilizar la lucha que día a día hacen las cirqueras, gestoras culturales, cuentacuentos, artistas, payasas, entre otras mujeres que trabajan el arte en torno al humor, quienes históricamente fueron relegadas de los escenarios.
“El humor sirve para hacer reflexiones políticas. Sí hay una lucha, sí hay una resistencia. Que no se nos diga que las mujeres no podemos hacer humor: podemos hablar de cosas duras en la vida y ponerlas al servicio del humor, y ahí, mientras nos vamos arriendo, vamos cuestionándonos la vida”.
Con el humor como símbolo de resistencia, presenta el Festival Internacional de Payasas Vabieka
EL CAMINO DE VABIEKA
Vabieka se creó en 2018, ¿cómo ha sido el crecimiento del festival desde entonces?
Creo que ha crecido hacia muchos lados. En la parte interna, las personas más involucradas en el proyecto somos Verónica Pérez y yo (…); Iracema se acaba de integrar como parte operativa del equipo. También tenemos una colaboración con Las 2020 que nos ha ayudado en la parte de comunicación (…), alianzas con instituciones, otros colegas que ya nos conocían y no dudaron este año, en logística ya vamos más rápido, nuestra programación aumentó dos días. A nivel de artistas se amplió la oferta, ahora ya no sólo son payasas sino también cuentacuentos, burlesque clown, gestoras, cirqueras, actrices, a las mujeres que tengan una puesta en escena que atraviesa el humor. Es un paso como organización.
¿Y cuál ha sido su evolución en estos cinco años?
Una evolución ha sido pensar en Vabieka como esta plataforma de investigación del humor. A mí en lo personal me interesa ahora: ¿qué rayos es esto del humor; por qué nos reímos; por qué es valioso; hay un humor femenino o no lo hay? Entonces, el humor es nuestro tema y por eso hemos ampliado la oferta.
Pensando en su eslogan de este 2020, “Payasas resistiendo”, a primera vista pareciera antagónica hablar de humor y resistencia porque se suele ver la lucha desde una mirada más crítica y no desde el humor. ¿Cómo logran hacer esta unión de resistir desde el humor?
Hacer comedia te permite visualizar que esta cosa graciosa tiene mucha seriedad, hacer reír es un acto muy serio, las payasas construyendo su número son todas una profesionales, no hay nada ligero en ejecutar humor; el humor sirve para hacer reflexiones políticas. Sí hay una lucha, sí hay una resistencia (porque) hubo una época que las mujeres se tenían que disfrazar para interpretar, y que ahora no tenga que hacerlo quiere decir que también es capaz. Que no se nos diga que las mujeres, como en muchas otras cosas, no podemos hacer humor: podemos hablar de cosas duras en la vida que rodea a las mujeres, que rodea a la sociedad, y ponerlas al servicio del humor, y ahí, mientras nos vamos arriendo, vamos cuestionándonos la vida.
En cuanto a la visibilización del trabajo de las mujeres, ¿cómo lo gestan desde Vabieka?
Ha evolucionado nuestro pensamiento y nuestras razones de hacerlo. Por ejemplo, (…) dijimos “nada de hombres, sólo mujeres en escena”, pero si hay una propuesta muy buena de una chica y le decimos ‘no’ porque hay un hombre, ¿qué tanto estamos contribuyendo a no visibilizar el trabajo de esa mujer? Entonces, hicimos una convocatoria para hacer un Sábado Diverso, donde se presentan las propuestas más raras; (así) se está ampliando porque habrá hombres en escena pero que acompañen a otras chicas.
Ustedes han trabajado con la Red de Payasas Mexicanas, ¿tendrán un estimado de cuántas mujeres se dedican a la profesión en Puebla?
Nosotras no generamos la Red de Payasas, es de la Ciudad de México pero nos aliamos con ellas para poder traerlas (…); creo que ellas sí tienen intención de contabilizar cuántas somos, en Puebla siento que hay muchas. Es algo que sí nos interesa saber justo para que el festival no sea una temporada sino una plataforma, sí me interesa saber cuántas somos, quién fue la primera payasa, la primera que pudo estar en escenario, quiénes son esas mujeres que fueron comediantes. Seguro debe haber gente en Puebla porque no somos las primeras en portar una nariz, y por supuesto (saberlo) va a ser una meta.
Entonces, ¿tienen pensado ampliar y que el festival también cubra un aspecto de documentación?
Tenemos varias cosas pensadas que no sólo sea un festival sino una plataforma que promueva e impulse el trabajo de las mujeres; queremos hacer una escuela de formación (…), la intención también es tener siempre un foro abierto de “Noches de Payasería” que puedan suceder una vez al mes, talleres como espacios formativos más de una vez al año, y algunas cosas de investigación.