Fotografía: Cortesía

“Novilunio”, de Antolín Martiñón, reunión de haikús con alma rural

En CAMALEONES Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- De oficio Agrónomo, el escritor mexicano Antolín Silvestre Martiñón Martínez descubrió en los haikús la unión perfecta entre sus dos profesiones, pues los paisajes naturales propios del ambiente rural le regalan la inspiración necesaria para plasmarlos en las letras.

El autor originario de la Ciudad de México, también doctor en Estrategias para el Desarrollo Agrícola Regional por el Colegio de Posgraduados Campus Puebla, fue adoptado por este estado desde los 6 años de edad.

Radicado en el municipio poblano de Izúcar de Matamoros, al estar rodeada su casa por la vegetación, encuentra ahí los elementos necesarios para llevar a la práctica los haikús, una técnica japonesa de escritura inspirada en la naturaleza, especialmente en el cambio de las estaciones.

Fotografía: Cortesía

Novilunio fue el primer libro de haikús que escribió, mismo que el año pasado resultó ganador en Letras Confinadas en la categoría de Poesía, un certamen literario convocado por la Secretaría de Cultura (SC) del estado como apoyo a los creadores en el contexto de la pandemia de Covid-19.

Compuesto por 140 haikús, la obra se divide en nueve apartados diferentes con temáticas distintas, pero todas haciendo alusión a los ambientes del mundo físico, tal como explicó el autor en entrevista con LEVIATÁN.

“En Novilunio hay variedad de ambientes que plasmo, es relajante y en ella hay cosas que les van a asombrar. Yo trato de transmitir lo que me impacta para que también a las personas les impacte, eso es lo que quiero transmitir con mi obra”, dijo.

También autor de minificción, explicó que entre las secciones que se podrán encontrar en el libro, se encuentra “Percepciones”, un apartado donde expresa de un modo metafórico su particular visión de la naturaleza.

En “Eternizado” el autor plasma haikús relativos a fósiles; Sonidos y natura, recopila aquellos inspirados en los ruidos ambientales; y en Introspección, el también autor de la premiada novela “Labios invisibles”, se permite incluir como personaje en su propia obra.

Las temáticas de Novilunio se completan con las secciones de “En el mar”, “Paisaje Celeste”, “Bajo cero” y el último es “Zoos”, donde se hace referencia a los animales.

El autor destacó que la observación y la contemplación son habilidades indispensables para la escritura de haikús, además de tener una cierta destreza para cumplir con la métrica propia de este estilo, que se compone de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas.

Dijo que para él una forma de relajarse es escribir haikú, estilo que aprendió de la escritora y economista sinaloense Cristina Rascón, reconocida por su trabajo de traducción de poesía japonesa y tallerista de escritura creativa y literatura japonesas.

Fotografía: Cortesía

Actualmente Silvestre Martiñón está escribiendo un cuento de terror que transcurre en un enigmático edificio del siglo XVIII ubicado en San Luis Tehuiloyocan, junta auxiliar de San Andrés Cholula, reconocido por los locales como “La Casa del Diablo” debido a un mural en su fachada, una construcción hoy convertido en la Biblioteca Amoxcalli (que significa “la casa de los libros”).

Además, se encuentra en el proceso de escritura de otra narrativa del género fantástico, ambientado en locaciones de Puebla como la Plazuela de Sor Juana, el Centro de Convenciones y el Paseo e Iglesia de San Francisco, aunque ninguno de ellos tiene todavía fecha de publicación.

PERFIL 

Antolín Silvestre Martiñón Martínez fue ganador del Segundo Certamen de Haikus Kobayashi ISSA (España, 2016), al mejor haiku urbano en el Primer Concurso Internacional de Haiku “Senda del sur” (Cuba, 2019), obtuvo el Tercer lugar en el 24 Concurso Internacional de Haiku “Kusamakura” en la categoría de Lenguas Extranjeras (Japón, 2020) y fue finalista en el Tercer Concurso Internacional de Microliteratura “Sólo 50” (Venezuela, 2017).

Es autor de Labios invisibles, libro ganador del primero y segundo lugar en el I y II Concurso Departamental de Cuento de Fitotecnia en la UACH (1995 y 1996); también fue finalista en el Premio Ariadna de Cuento (México, 2020) y Mención Especial en el Homenaje al Centenario del Faro de Quequen (2021).

Además, escribió Espejismos (Editorial Giraluna; Venezuela, 2021), su primer libro de cuentos que recoge, en un collage de géneros y estilos, doce historias oníricas, románticas, policiacas y de tesoros que tienen al suspenso como común denominador.

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