PUEBLA, MÉXICO.- Como una suerte de accidente fue que el artista visual y tarotista Miguel Canseco se encontró información que ligaba al Tarot con la historia del renacimiento italiano, y fue la iconografía la que lo conectó con este periodo filosófico-estético del arte occidental. De este modo, comenzó a realizar tiradas de tarot para ver cómo se enlazaba con un proceso psicológico y, ya que se considera un obsesivo, ingresó a la escuela de Psicología con la intención de unir el arte visual del Tarot con la terapia psicológica.
“Ha sido una transición larga, pero muy natural, desde ver el arte como una experiencia estética hasta verlo como una forma de magia, de sanación, una forma de contacto con esa parte oculta del ser humano”, compartió en entrevista para LEVIATÁN.
Desde entonces, ha trabajado en talleres de arte como El Chanate en Torreón y el Museo de Artes Gráficas en Saltillo, pero ahora se mudó a San Miguel de Allende con la intención de dedicarse de lleno al Tarot y es así como ha podido descubrir su cualidad sanadora, la cual —puntualizó— es un camino de vida.
El tarotista mexicano construyó de la mano del poeta y narrador Julián Herbert el libro-mazo El tarot de la taberna, pieza confeccionada por El Cerdo de Babel Estudio; se trata de un producto literario y artístico dinámico, una obra no lineal, que toma forma distinta con cada persona que lo explora.
“Hay una natural inclinación de las personas por buscar instrucciones, un oráculo requiere que te abandones a él de forma creativa, en realidad no se trata de explorar procesos lineales sino de ver qué hay adentro del caos, por eso este Tarot viene de este acuerdo creativo que para mí fue mágico-esotérico”.
La historia de Miguel Canseco inició en las artes visuales, después como psicólogo y ahora como lector del Tarot. En un primer momento, el artista consideró este proyecto como un trabajo de ilustración y que llevaría alrededor de seis meses, sin embargo, se tuvo que extender por tres años. Al respecto, comentó “en el fondo me di cuenta que no sólo era ilustración, no se trataba de poner cada símbolo como representación meramente plástica sino unirla con la práctica como tarotista-esotérica con los elementos iconográficos de cada carta, pero también con esa cualidad ritual y que esté enlazada con algo que yo haya vivido, en ese sentido, no hay un calendario posible, cada carta se fue manifestando en su momento”. Añadió que la pandemia sumó un elemento al tarot como una herramienta de explorar lo inesperado y aunque se salió del calendario, llegó en el tiempo perfecto.
Vigencia de Petrarca
Francisco Petrarca, autor cumbre de la lírica italiana del siglo XIV, fue quien inspiró las primeras barajas de Tarot con su poema ‘Los triunfos’. Este texto se creó en el punto más álgido de la peste negra y, en palabras de Canseco, responde a este contexto espiritual en el que la vida humana pendía de un hilo. “Este poema que narra la unión del hombre con lo sagrado es tan vigente hoy, esa es la razón por la cual me gusta que El tarot de la taberna surja en este periodo, después de una pandemia, porque es un recordatorio de este universo petrarquista que nos habla de lo profundamente humano, del amor, de la vida, de la finitud de la vida y también de la posibilidad de lo sagrado”.
La taberna, una catedral profana
Gerard Encausse Papus, célebre ocultista, imaginó que, en el crepúsculo de su era, los sabios de Alejandría heredaron a los bohemios y gitanos su conocimiento, disfrazado bajo el aspecto de un juego de cartas. Para Miguel Canseco el Cerdo de Babel Estudio es un lugar clave, una taberna en la que se reúnen artistas y su intención fue la de crear junto con ellos un Tarot para uno de sus aniversarios porque, dijo: “una taberna es un espacio energético, una especie de catedral profana. Todo esto fue la tormenta creativa perfecta, de ahí salió esta idea del Tarot”.
Este no es el primer acercamiento creativo del mexicano en este arte, en el que quiso cubrir todos los aspectos. Anteriormente escribió el libro Del dilema a la metáfora, donde analiza la psicología del Tarot y ahora este mazo vivencial.
Arte, camino a lo espiritual
El creador aseguró que no le queda duda alguna de que hay un universo espiritual al cual se llega a través del arte: “para mí la magia hoy es totalmente real, el psicoanálisis es una exploración del subconsciente, inspirada en el caso del maestro Freud y de Jung en las grandes enseñanzas de la mitología griega y de muchas tradiciones ancestrales y, para mí, ha llegado el momento de llamar a las cosas por su nombre y debo decir que la práctica del Tarot es una práctica mágica y espiritual”, sentenció.
Recordó la relación directa que existe en el surrealismo y el Tarot, y señaló la relación de Bretón con el mazo, evocó la figura de Dalí respecto al Tarot creado por el artista español. “En esta conexión con los procesos oníricos, el Tarot te ofrece una puerta extraordinaria y muy real, porque te metes en una práctica en donde todas las interpretaciones son producto del azar, en su enlace con el subconsciente, empiezas una tirada y no sabes dónde va a acabar, es un ejercicio totalmente surrealista. Una buena tirada de tarot es como estar soñando despierto” concluyó.
“Tarot de la taberna”, proyecto que junta el trabajo de Julián Herbert y Miguel Canseco
