PUEBLA, MÉXICO.- “Las posibilidades del arte, son infinitas”. Y si en el proceso creativo se tienen al alcance varias ramas, ¿por qué conformarse con una sola?
En este tenor está el razonamiento del violinista poblano Iván Jiménez, quien dedicado al mundo de la música desde la edad preescolar decidió explorar también el cine, la gráfica y las letras para generar sonidos más completos.
El multiinstrumentista creó las primeras piezas de la banda Tolztoi hace ya cinco años. La agrupación, hoy con cinco integrantes, es un proyecto casi producto de la causalidad.
Como explicó en entrevista con LEVIATÁN, compuso varias melodías “para acompañar un espacio de liberación y relajación personal”, sin pensar que más tarde esos sonidos se convertirían en el primer EP de la banda: Dejarse ir.
“En un principio era transmitir la sensación que yo estaba pasando en ese momento a la hora de componer las primeras piezas, que era algo más personal (…). Era crear atmósferas (pero) ahora toma un sentido distinto porque tiene más colaboraciones”.
Sin encasillarse en un género particular, Tolzotoi podría definirse como una banda de fusión experimental que navega entre el rock, trip hop e instrumental, en la que además se pueden pescar ciertos toques de música clásica y jazz. Todo ello con una característica particular: su referencia a la literatura.
La alineación está compuesta por Iván Jiménez (violín, piano y efectos), Miguel Leyva (bajo), Abraham Espinoza (batería), Gabriel Fernández (saxofón), y su más reciente integrante Alexis Quiroz (guitarra y sintetizador).
La mezcla de géneros está justificada por el líder de la banda, Iván Jiménez, quien desde los 3 años de edad se formó como violinista en la música clásica; en su juventud, movido por el amor al rock, aprendió a tocar la guitarra; y más tarde, ya con estudios en la Facultad de Música, aprendió a tocar el teclado.
Sus influencias musicales son variadas, van desde el mismísimo padre del trip hop Massive Attack, su ferviente fanatismo por Radiohead, y el reconocimiento a los músicos nacionales como el veracruzano Odguer Hernández.
Pero el influjo traspasan los sonidos y, como lo advierte el propio nombre de la agrupación, llega hasta las letras. Sí, del novelista ruso León Tolstoi, de quien retoma sus colores, paisajes y narrativas.
Muchas de las atmósferas que surgieron con las primeras composiciones de Tolztoi, explicó Iván, están relacionadas al tipo de escritura, ambiente, espacios y contextos en el que se desarrolló el exponente del realismo y autor de las famosas obras Guerra y paz y Ana Karenina.
A lo largo de los tracks de Dejarse ir sobresale el uso de sintetizadores, audios, discursos, diálogos de películas y visuales. Todo con la inquietud de hacer un trabajo más completo.
“Ha sido importante agregarle este tipo de ingredientes porque prácticamente toda la música que compongo es instrumental y por lo mismo suele ser muy subjetiva. Buscamos que exista un mensaje más claro de lo que queremos decir”.
La creatividad de Iván no se agota con Tolztoi, sino que siguiendo los pasos del gigante multiinstrumentalista, productor, director y hasta actor Omar Rodríguez López (DeFacto, The Mars Volta, Antemasque), ha conformado otras agrupaciones.
Entre ellas, el cuarteto de cuerdas Android Bones (2007), un proyecto de rock que utiliza instrumentos de música clásica; y De algún tiempo a esta parte (2010), otra obra que retoma su nombre de libro compilatorio de José Emilio Pacheco y de una ilustración del artista gráfico Ñico.
“Me gustaba ver mucho a esa gente que podía estar en muchos proyectos en activo, y creo que esos son héroes y ejemplos que he ido siguiendo para hacer distintos proyectos”.
EL APUNTE
Dejarse ir se puede escuchar en las plataformas de Spotify, Apple Music y Youtube; además, la banda recientemente incorporó otros tres sencillos que estarán sonando en próximas presentaciones en vivo.
