PUEBLA, MÉXICO.- Derivado de esta colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Sociedad Histórica de Arizona, en el corto plazo se realizará el retorno de una pila bautismal del siglo XVIII y de un aspersor de agua bendita, a su lugar de origen en México: el Templo de la Purísima Concepción de Caborca, en Sonora, donde serán exhibidos al público.
El regreso de la pila bautismal estará ligado a la eventual realización de una exposición en el Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México.
La pila corresponde a una pieza bautismal fabricada en el siglo XVIII, forjada en cobre, ovalada, con diseño multilobulado en floriforme, está grabada y pintada a mano en rojo y blanco, con motivos diversos de pétalos verdes y naranjas; contiene una tapa y un cerrojo de hierro remachado en forma de lágrima, cuyo uso principal se dio en el siglo XIX, como receptáculo de agua bendita en la antigua Misión de Caborca.
El segundo bien cultural, complemento de la pila, es un aspersor de agua bendita, fabricado en cobre en el siglo XIX, con un asa para facilitar su uso dentro de las actividades que realizaban los clérigos; también fue labrado a mano.
Durante el protocolo de la firma de convenio, realizada en el Templo de la Purísima Concepción, en Nogales, Sonora, el director ejecutivo de la Sociedad Histórica de Arizona, James Burns, expresó que la Sociedad Histórica de Arizona está complacida de regresar este objeto sagrado, en una ocasión histórica que se debe valorar:
“El retorno de esta pieza, corrige un error, la pila pertenece y debe estar en Caborca, por ser una pieza clave dentro de sus significados como misión, por ello, nuestro compromiso aquí efectuado”.
El Consulado General de México en Tucson, Arizona, reconoció “la labor que hace el INAH para la preservación de este patrimonio religioso, con la colaboración de la Iglesia y sus patronatos, así como de sus autoridades municipales, y que en ocasiones como esta hacen posible que las nuevas generaciones conozcan su historia e identifiquen el significado de su presente”.
Arizona y Sonora no solo comparten una frontera donde existe un vasto patrimonio prehistórico, prehispánico e histórico, sino también una herencia patrimonial y, con ello, la responsabilidad de preservarla.