PUEBLA, MÉXICO.- La escritora e ilustradora nahua Isela Xospa recuerda que cuando era niña las calles, cerros, montañas, terrenos y volcanes que rodeaban su natal comunidad de Milpa Alta, en la Ciudad de México, se nombraban en náhuatl. Sin embargo, pocos eran los niños que sabían lo que esos nombres significaban y el valor que tenían.
Es por ello que a fin de eliminar perjuicios y contrarrestar la ridiculización que por décadas ha padecido la cultura milenaria, así como el menosprecio de las lenguas originarias, creó el libro Conetamalli: bebé tamal, baby tamale, obra que a través del personaje de un tamalito enseña a los niños el sentimiento por las culturas originarias y la comida hecha en casa con ingredientes de la milpa.
“En México llamamos tamalito a un bebé bien arropado con su cobijita, porque los tamales son alimentos tradicionales que se envuelven en hojas de maíz y que, así como los bebés, son queridos por todos”.
La obra dedicada a los niños más pequeños está escrita en versión trilingüe (náhuatl, español e inglés) e inspirada en la gastronomía tradicional para contar cómo nacen los bebés tamales; a lo largo de la narrativa sobresalen las ilustraciones de Isela, las cuales funcionan como un lenguaje más.
Rodeada de abuelos nahuablantes y artesanos, durante toda su infancia, Isela creció escuchando el náhuatl, pero cuando le preguntaba a su abuela materna lo que significaban ciertas palabras, ella le contestaba que no se acordaba o que no sabía.
No obstante, cuando los mayores de la casa querían ocultar algo a los niños se comunicaban en este idioma, lo cual despertó en Isela intriga e interés por saber más sobre las lenguas originarias.
“De alguna manera se estaba borrando. El náhuatl estaba ahí pero no sabíamos qué significa ni qué importancia tenía”, contó durante la reciente presentación virtual del libro.
Años más tarde, la experiencia de ser migrante por muchos años en Gales, Inglaterra, y Nueva York, en Estados Unidos, la llevó nuevamente a la problemática que actualmente enfrentan las lenguas originarias en México, pues en territorio ajeno descubrió la importancia que tienen para los extranjeros sus lenguas originarias y son tan valoradas.
Allá, dijo, descubrió en una biblioteca pública muchos libros escritos en lengua náhuatl sobre Milpa Alta, y a los cuales nunca tuvo acceso en su propia comunidad, de donde surgieron pues ahí no hay libros ni acceso a la literatura, y buscarla resulta muy cara para los padres de familia.
“Empecé a cuestionarme: ¿Qué pasa con el náhuatl y con las lenguas originarias de nuestro país, por qué se desprecian, por qué desaparecieron, por qué parece que a nadie le importan? (Allá) siguen enseñándola, compartiéndola y los mexicanos no tenemos esas convicciones”.
PROYECTO AUTOGESTIVO
Fue así que en 2014 nació Ediciones Xospa Tronik, un proyecto autogestivo que propone libros en lengua indígena para enseñar a los niños a aprender su lengua, estar orgullosos de ella y resistirse a perderla. De él surgió Conetamalli: bebé tamal, baby tamale, bien recibido por los niños migrantes en Nueva York, aunque actualmente se buscan apoyos para distribuirlo de forma accesible a las regiones nahuablantes del país.
La lingüista y escritora Yásnaya Elena Gil, quien hizo una versión con la traducción del libro a lengua mixe, destacó la importancia de esta obra al señalar que habla de algo tan fundamental y tradicional de la cultura mesoamericana como el tamal, pero con una historia que lo inserta en la actualidad.
“Da una potencia de la ternura, poética y hermosa, sobre el nacimiento de un bebé, una especie de recetario con los pasos de la preparación”.
EL APUNTE
Pero Conetamalli: bebé tamal, baby tamale no sólo es un libro, es un personaje que también de puede conseguir en forma de peluche. Para comprar el libro o el muñeco se puede hacer mediante la página oficial de la editorial Xospa Tronik en este enlace: https://xospatronik.com/bebe-tamal/