PUEBLA, MÉXICO.- Con la Sangre helada, como tituló su última obra, me dejó la noticia del fallecimiento de uno de los exponentes más reconocidos del género negro en México, Francisco Haghenbeck. Y es que saber que pude haber sido una de las últimas periodistas a quien otorgó una entrevista, la cual aún no había publicado, me sorprendió.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Se trata del mismo Haghenbeck con el que hablé hace unos días? Mi incredulidad me llevó a googlear el nombre: “F. G. Haghenbeck”, teclee en la pantalla. Sí, hospitalizado en Tehuacán, Puebla. La agencia literaria SalmaiaLit había anunciado su fallecimiento:
Con gran tristeza decimos adiós y buen viaje a nuestro queridísimo y admiradísimo autor #FGHaghenbeck, que ha fallecido hoy. En sus novelas para adultos y jóvenes, cómics y guiones nos llevó a mundos maravillosos. Escribió para todas y todos porque para él los libros eran pic.twitter.com/KIMoMI7I8V
— SalmaiaLit (@SalmaiaLit) April 4, 2021
La muerte del escritor de 56 años, quien fue una víctima más del Covid-19, me impresionó porque ni mi formación en filosofía me ha ayudado a comprender a fondo el fenómeno de la muerte y continúa siendo un tema complejo de abordar sobre a quién nos sentimos cercanos. En el caso de Haghenbeck, sentirme cercana a él a través de su obra literaria.
“Ahorita son tiempos difíciles, tiempos extraordinarios y a lo mejor hay que tener un poquito de paciencia y seguro todo va a salir bien al final”, me comentó la última vez que hablé con él, cuando hablamos sobre el futuro de su obra, su trabajo escritural y la importancia del género negro.
Antes de eso, unas cuatro o cinco veces tuve oportunidad de entrevistarlo. La primera fue hace casi cuatro años durante la presentación del libro La libreta perdida de Frida Kahlo. En ese entonces José Luis Prado, quien era mi editor en el periódico donde escribía, me pidió ir a cubrir el evento al Zócalo.
No recuerdo bien si hacía mucho calor por el sol de mediodía, o si el bochorno que sentí fue más por los nervios cuando de imprevisto me dijeron que el escritor tenía tiempo de que lo entrevistara. Yo llevaba apenas unas semanas en el medio periodístico y la oportunidad se convirtió en un desafío, pero desde entonces le seguí la pista.
La presentación de la obra de narrativa gráfica Matar al candidato fue otra de las ocasiones en las que pude hablar con él. En esta obra se rememoran los 25 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, y a la cual el escritor hizo una gran apuesta ya que consideraba que “el cómic es una herramienta importante para la reflexión”. La ilustración corrió a cargo de Bernardo Fernández “Bef”, quien externo sus condolencias vía Twitter:
Muchas gracias a todos por sus mensajes de condolencias. Perdón por no contestar a cada uno individualmente, estoy destrozado.
Larga vida al gran Paco Haghenbeck y que sus historias nos acompañen por siempre. pic.twitter.com/jRzg0VHbcE
— Bef (@monorama) April 4, 2021
También lo escuché en repetidas ocasiones, la que más recuerdo en el Octavo Festival de la Lectura y la Poesía 2018, donde se presentó por primera vez en Puebla la reedición de El libro secreto de Frida Kahlo, que recorrió 21 países, fue traducida a 17 idiomas, además de ser finalista en los International Latin Book Awards, y merecedora del Premio Gourmand (2013).
Otras más, las presentaciones de El diablo me obligó, una obra que abrió todo un universo en torno a él: la serie Diablero que fue adaptada en dos temporadas en Netflix, un spin-off de siete historias con el cómic Mundo diablo, y un segundo libro titulado Simpatía por el diablo.
LA PRESENTACIÓN
Una de sus últimas participaciones en público fue durante las VII Jornadas de Novela Negra a mediados de marzo pasado, donde presentó Sangre helada. Par de días antes tuve la que no sabía sería mi última entrevista con él, entonces me habló sobre el trabajo creativo de su última obra publicada.
En esta obra editada por Océano, F G Haghenbeck narra cómo el terror de la amenaza nazi se extiende por el mundo, pues el gobierno recluyó a buena parte de la población migrante alemana en un campo de concentración en la antigua fortaleza militar de Perote, Veracruz. Sin embargo, se entrelaza la mitología cuando aparece Xipe Tótec, “Nuestro Señor el Desollado”, un antiguo y sanguinario dios prehispánico de los ancestros mexicas.
“Tomé este evento que sí fue real, fue un hecho verídico y le puse una parte de mitología, terror, como a manera de metáfora porque México tenía miedo del extranjero, lo que aparece es un Dios prehispánico desencarnado. El mal está en nosotros, no viene desde fuera, entonces es una especie de metáfora”, me platicó al respecto de Sangre helada.
“Ya nada más faltaría que hasta en los libros todo estuviera feo”, comentó después cuando lo interrogué por qué solía manejar en tono de humor temas complejos como la muerte, el horror y la violencia en un país donde ello es pan de cada día, aunque reconoció que muchos otros autores lo maneja de formas más crudas y realistas.
“Cada autor asume el género como él cree que se debe de narrar y funciona bien, creo que eso es lo divertido, que cada uno tiene su modo de acercarse al género”.
LO QUE VIENE
Haghenbeck partió, pero como adelantó a LEVIATÁN, dejó listo un libro más que retrasó su publicación hasta 2022 a causa de las bajas ventas en editoriales por la pandemia se coronavirus, el cual sería titulado Morir matando.
“La pandemia le pegó mucho a México, entonces decidimos aguantarnos un poquito, ahí está el librito, una novela policiaca muy divertida, muy buena que se llama Morir matando, pero yo creo que va a salir hasta el 2022″.
Reconociendo que hay público para todos los géneros literarios, en uno de los últimos mensajes que dirigió a la prensa exhortó a los lectores a acercarse a ellos y descubrir nuevos mundos:
“Invito a todos los lectores de la gran república de las letras a que se acerquen a nuevos géneros, nuevos escritores, nuevas formas de mirar el mundo (…), a géneros como la fantasía, el horror, el drama, los cuentos, porque van a encontrar un nuevo mundo en cada libro y es maravilloso”.