PUEBLA, MÉXICO.- Hasta hace unos 70 años, en la comunidad otomí de San Pablito Pahuatlán, en Puebla, el papel amate era utilizado por curanderos y yerberos tradicionales en rituales, quienes hacían figuras e imágenes para invocar a los dioses, pedirles abundancia, salud y prosperidad en las cosechas.
Más tarde, esta actividad que persistió entre la comunidad desde tiempos prehispánicos y destinada únicamente para los miembros de la comunidad, se transformó en una importante fuente de ingresos para las familias indígenas del lugar, al convertirse en una artesanía única en todo el territorio mexicano.
Y es que con este tipo de papel hecho con fibras vegetales, del árbol conocido como jonote blanco o colorado, y teñido con tintas orgánicas que garantizan 200 años de durabilidad, se pueden elaborar diversidad de piezas, muchas de ellas para uso decorativo.
Así mismo lo hace Jorge Luis Santos Rojas, originario de este poblado de la Sierra Norte de Puebla y miembro de una familia de cuatro generaciones de artesanos, narró a LEVIATÁN a propósito del Día Nacional del Artesano, que se celebra cada 19 de marzo por ser una actividad baluarte de nuestra tradición y cultura.
El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) destaca el festejo de este día con la finalidad de reconocer a los artesanos como artistas y representantes de la cultura mexicana al preservar conocimientos, tradiciones y costumbres e integrarlos a la vida diaria en objetos utilitarios y estéticos
Tal es el caso de Luis, quien heredó la tradición de su abuelo y de su padre, que le otorgaron los conocimientos necesarios en este oficio que hoy él les trasmite a sus tres hijos.
EL PROCESO
Dedicado a este oficio desde los 8 años, Luis Santos sabe lo complejo de la elaboración, empezando porque tienen que seleccionar árboles de entre 4 a 6 años de edad que mantienen una corteza flexible y resistente necesaria para el papel.
El proceso de ablandado de esta corteza toma un aproximado de 8 horas, al cocerse en agua hirviendo con cal y ceniza para posteriormente pasar a un proceso de secado y blanqueado, luego se aplana golpeando el material sobre tablas de mdf con piedras de río, un proceso meticuloso que se repite hasta 4 veces hasta lograr el grosor ideal.
Ahora junto a sus hijos, Luis se ha dedicado a la elaboración de cuadros decorativos, verdaderas joyas artesanales que le han tomado hasta 20 horas de trabajo en una sola pieza.
LAS COMPLICACIONES
La belleza de sus artesanías han logrado ser reconocidas en Puebla capital o el estado, sino que ha trascendido la entidad para ser apreciado en otros estados de la república como Guadalajara, Monterrey, Sonora, Cancún Ciudad de México y Puerto Vallarta.
No obstante la dedicación y tiempo de trabajo que implica, Luis Santos señala que en últimas fechas la elaboración de la artesanía ha dejado de ser redituable, en gran medida por los intermediarios que compran las piezas para revenderlas a mayores costos, dejando la menor de las ganancias a los verdaderos artesanos.
Contó que hasta hace cerca de dos generaciones, en este lugar que alberga a cerca de 10 mil habitantes, el 50 por ciento de su población se dedicaba a la elaboración de papel siendo su principal fuente de ingreso, pero actualmente son cerca de 50 familias las que han mantenido este trabajo hereditario.
“Elaborar una pieza, un cuadro decorativo, una hoja de papel lleva varios procesos, cuando la gente venga a conocernos se va a dar cuenta de nuestro trabajo”, dice Jorge Luis, quien comenta que con emoción y felicidad siempre elabora sus artesanías.
LAS CIFRAS
De acuerdo con la Cuenta Satélite de la Cultura de México (CSCM), el sector de la cultura generó 724 mil 453 millones de pesos corrientes en 2019, de los cuales las artesanías aportaron 138 mil 291 millones de pesos que representan 19.1% del sector cultural.
En el mismo año, el gasto en artesanías realizado por los hogares ascendió a 135 mil 453 millones de pesos corrientes, lo que equivales a 18.7 por ciento del total de gasto realizado por los hogares en bienes y servicios culturales.
Mientras que en el mismo año de referencia las artesanías emplearon 489 mil 890 puestos de trabajo ocupados remunerados; esto representó 35.1 por ciento de los puestos que empleó el sector de la cultura en su conjunto.
