PUEBLA, MÉXICO.- Un total de 34 imágenes conforman la exposición “El armoncito, una vida sobre rieles”, una muestra fotográfica que da cuenta de las estaciones, paisajes e infraestructuras ferroviarias que recorrían los trabajadores del Departamento de Vías y Estructuras de la empresa Ferrocarriles Nacionales de México.
A fin de reconocer la labor de los trabajadores del riel, encargados de reparar y dar mantenimiento al sistema ferroviario del país, el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos presenta la exposición como parte de la campaña “Contigo en la distancia” (https://bit.ly/2BQirV3) de la Secretaría de Cultura.
Las imágenes pertenecen al archivo de la colección de equipo rodante y herramientas de trabajo que se resguardan en el MNFM y que dan muestra del valioso Patrimonio ferroviario. Complementa la muestra un video con fragmentos del documental titulado Se trabaja, del Noticiario mexicano de 1952, mismo que pertenece a la Colección Miguel Alemán, de la Cineteca Nacional.
Los trabajadores de vía salían en los velocípedos, armones o autoarmones para realizar la inspección, vigilancia, conservación y protección de vías, puentes, edificios, derechos de vía, cercas, cruceros a nivel, así como atender contingencias en el servicio de agua, el sistema telegráfico y apoyar en el caso de accidentes.
El autoarmón es un vehículo ferroviario ligero conducido e impulsado por los propios conductores utilizando sus manos y pies, tiene pedales así como un brazo o balancín. Sus antecedentes se remontan a la invención de la bicicleta de vía férrea o velocípedo, conocida con diferentes nombres en todo el mundo: dresina, zorra de vía, bicicletas de raíles y handcar.
Los velocípedos, armones y autoarmones llegaron a México a finales del siglo XIX, y se convirtieron en vehículos emblemáticos de los trabajadores de vía en todo el sistema ferroviario. Mientras los maquinistas y su tripulación posaban en sus locomotoras o “negras consentidas”, las cuadrillas de reparadores de vía, inspectores, mayordomos e ingenieros lo hacían arriba o al lado del armón, el instrumento de trabajo que les daba sentido de pertenencia al gremio.