PUEBLA, MÉXICO.- Los progenitores de Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada Cerpa, dos de los estudiantes asesinados en la junta auxiliar de Santa Ana Xalmimilulco, en el municipio de Huejotzingo, exigieron a las autoridades que los crímenes de sus hijos no queden impunes.
Asimismo manifestaron su deseo de que la acontecido con sus vástagos pueda ser un parteaguas para la justicia mexicana, que ayude a frenar la violencia y extorsiones existentes en el país y en el estado de Puebla.
“La muerte de nuestros hijos podría ser el inicio de un cambio para México, para que termine la ola de violencia”, expresó la progenitora de José Antonio, Angélica Leonor Cerpa.
En breve rueda de prensa, los familiares de los universitarios originarios de Colombia señalaron que desde su país estarán pendientes de las investigaciones realizadas en torno a ellos.
Pidieron a los representantes de la prensa ser sus voceros con el gobierno para pedir que cesen los atracos, los secuestros y las actos de violencia en Puebla.
Y recordaron con cariño alguna de las peculiaridades de sus hijos, entre ellas, que amaban el territorio azteca y que, durante su internado como estudiantes de Medicina, llegaron a salvar las vidas de diversas personas, incluyendo la de delincuentes.
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Fue este martes cuando aproximadamente cuatro mil estudiantes de la BUAP y de la UPAEP se manifestaron en Casa Aguayo con el objetivo de exigirle al Ejecutivo gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, justicia por los asesinatos de sus compañeros Ximena Quijano, José Antonio Parada y Francisco Javier Tirado, quienes fueron ultimados luego de acudir al Carnaval de Huejotzingo.
El secretario de Gobernación, David Méndez Márquez, informó que el trío de detenidos por el homicidio de los universitarios y del conductor de Uber se dedicaban a cometer robo de vehículos en la región de Huejotzingo y al momento de su detención se encontraban bajo el efecto de sustancias nocivas.