PUEBLA, MÉXICO.- Crear un corredor artesanal es el sueño de la Asociación de Alfareros del Barrio de La Luz, el último taller de este tipo en Puebla que a lo largo de los años se ha resistido a desaparecer. Y es que a pesar de que los miembros han buscado el apoyo de gobierno para que se haga realidad, la fragilidad de las piezas de barro pareciera ser más resistente que las promesas de las autoridades.
“Siempre se ha anhelado eso, es un sueño para nosotros que sea un corredor artesanal como lo hay en otras partes de la república (…), estamos en la espera a ver si se acuerdan de nosotros porque también estamos cansados de subir, bajar y que no haya nada”, dijo a LEVIATÁN Arturo López Cano, presidente de la asociación.
A decir del titular de la asociación, llevan décadas buscando que el taller se convierta en un corredor artesanal; sin embargo, a pesar de las promesas que hace administración tras administración, no se ha dado una resolución definitiva:
“Cada administración que viene como siempre nosotros los apoyamos, se comprometen a que nos van a apoyar, a que se va hacer el corredor artesanal pero puras promesas. Ya que estuvieron en el poder nunca más los volvimos a ver”.
Don Arturo mencionó que hace aproximadamente año y medio se había logrado hacer un convenio con la Sectur, en el que llevaban los camiones de turistas a un recorrido por el sitio, quienes además de conocer el proceso artesanal de las piezas mantenían ingresos económicos para el taller.
“Le gusta mucho al turismo ver cómo trabajamos y a nosotros nos gusta que nos vean trabajando porque es una tradición de tantos años, yo soy la sexta generación y seguimos en el oficio. Al terminarse este horno y nosotros pues también se terminó la tradición de tantos años”.
Sin embargo, de ofrecerles en principio un tiempo de media hora para hacer los recorridos, se les redujo a 10 minutos, tiempo insuficiente tanto para hacer la exhibición como para que fuera redituable para los artesanos. Aunado a ello, dijo que tras el sismo del 19S no se ha podido restaurar el gran horno que se tiene en el lugar.
A la fecha el taller funciona al 50 por ciento de su capacidad, y aunque en el sitio podría haber muchas fuentes de trabajo, no se le ha dado el apoyo suficiente; además, Arturo López Cano dijo que el inmueble se encuentra en comodato, por lo que no tienen seguridad de poder permanecer en el edificio y ·cada que entra una administración nos pone a temblar, porque no sabemos si vamos a tener el comodato a uno o en 99 años, entonces por ahí va la cosa”.
EL TESORO
El taller es importante no sólo por ser el último en la capital y que es conocido por ser uno de los lugares donde surgió dicho oficio, sino también porque en su interior se encuentra un verdadero monumento histórico: un horno de barro de más de 200 años de antigüedad.
En sus 957 metros que lo conforman, se pueden apreciar todas las etapas de la producción de estas piezas de barro, desde el triturado de la piedra, pasar el polvo de barro por los molinos para formar la arcilla, el amasado, el moldeado de las piezas en los tornos, secado, esmaltado, cocción y el enfriador.
La Asociación de Alfareros del Barrio de La Luz está conformada por 15 cabezas de familia, con los hijos de don Arturo, se cuentan siete generaciones de generaciones que se han dedicado al barro, sin embargo al conocer las pocas ganancias que deja el dedicarse a este oficio, los miembros de la familia han emigrado a otras profesiones.
