Pareciera que la estrategia electoral de Morena en Puebla, de cara a los comicios de 2021, está ofreciendo los primeros resultados positivos para su causa, en aras de quitarle el estigma de encabezar gobiernos ineficientes en el combate contra la delincuencia.
Para el partido guinda fue un auténtico tanque de oxígeno la estadística sobre incidencia delictiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), correspondiente a agosto que, de paso, coloca a Miguel Barbosa en una óptima posición de gobernante efectivo.
No se trató sólo del resultado global, que arrojó una disminución estatal del 13.7% de indagatorias respecto del mes anterior, sino que las cifras oficiales señalaron que hubo mejoría en 19 de 39 municipios donde Barbosa perdió la elección extraordinaria.
La más significativa, por lo que representa en materia de votación, es la capital, donde se abrieron por la comisión de algún delito del fuero común 773 carpetas de investigación menos, es decir, de las más de 3 mil 300 reportadas en julio, pasaron a 2 mil 550 en agosto, lo que implica una reducción del 30.3%.
Ahí, en la ciudad de Puebla, Enrique Cárdenas superó a Barbosa por más de 66 mil votos en junio pasado.
En otros municipios donde el ex académico se impuso y ahora mostraron disminución en la incidencia delictiva, fueron San Miguel Xoxtla (36%), Atlixco (33%), Ocoyucan (25%), San Andrés Cholula, San Pedro Cholula y Cuautlancingo (15% cada uno) y San Gregorio Atzompa (12%).
También las averiguaciones fueron a la baja en regiones donde Alberto Jiménez Merino dominó las urnas, como Acajete (18%), Cañada Morelos (54%) y Tlahuapan (9%), sólo por mencionar tres de 12.
En otros ocho de los 39 municipios donde el entonces candidato de Morena perdió la elección extraordinaria, los delitos quedaron en los mismos niveles del mes anterior, aunque el de mayor cantidad, Chiautzingo, tiene ocho carpetas de investigación abiertas, es decir, los índices son bajos.
Si bien aún hay pendientes, como en Cuetzalan, Amozoc y Coronango, donde se registró un aumento en la incidencia delictiva de 80%, 36% y 27% respectivamente (por cierto, los dos últimos con gobierno municipal de Morena), para Barbosa y sus aspiraciones no está nada mal el saldo de las cifras oficiales al tratarse de apenas un mes de gestión.
El reto es mantener la tendencia a la baja, sin olvidar el tema de la percepción, porque le guste o no, y por más que haya usado el concepto contra los alcaldes cuando se referían a la encuesta (precisamente sobre percepción) del Inegi, el cómo se siente la gente con su gobierno es un elemento de suma relevancia cuando el elector está por cruzar la boleta.
A ver si le da tiempo.
