MÉXICO.- En Vigilancia permanente —escrito a manera de memorias—, Edward Snowden narra los hechos que lo llevaron de ser un espía de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a un exiliado de Estados Unidos en Rusia, y al mismo tiempo presidente del Comité de Dirección de la Fundación Freedom of the Press.
En el libro publicado por Editorial Planeta —de manera simultánea con otras 23 editoriales de todo el mundo— el consultor tecnológico relata cómo a sus 22 años, después de algunos sucesos provocados tras los atentados ocurridos durante el 11 de septiembre de 2001, inició una carrera en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la cual lo llevó a formar parte de un grupo de trabajo para construir un sistema de vigilancia masiva global.
Los conocimientos de Snowden lo colocaron, luego de su paso por la NSA, como miembro de la CIA; sin embargo —después de siete años y una crisis personal—, decidió recopilar archivos de la Comunidad de Inteligencia (IC) para dar a conocer la ilegalidad de los actos que el gobierno de Estados Unidos cometía con respecto a la privacidad de sus ciudadanos.
Por otro lado, el autor refiere cómo, de acuerdo con sus recuerdos, la Internet que conoció en sus inicios no era en absoluto la misma que tiempo después dio a los grandes corporativos la oportunidad de iniciar un “capitalismo de vigilancia”, en donde lo importante era encontrar la manera de obtener beneficios a partir de los intercambios sociales que se daban en línea.
Este libro no es sólo la historia de los hechos que llevaron a Edward Snowden a revelar el uso ilícito que el Estado hacía de los datos personales del pueblo estadunidense, sino también una declaración de los “principios morales y éticos que le dieron forma, y cómo nacieron éstos, por lo que también es un libro sobre mi vida”, de acuerdo con el autor.
EL APUNTE
Edward Snowden nació en Carolina del Norte, tiene 36 años de edad y en los últimos años ha recibido premios por su servicio público, entre los que se encuentran el Right Livelihood, German Whistleblower, Ridenhour en la categoría Truth-telling, y la medalla Carl von Ossietzky de la Liga Internacional por los Derechos Humanos.
