PUEBLA, MÉXICO.- Uno de los principales problemas que tienen las alertas por violencia de género es que no brindan incentivos que motiven a los gobiernos a aceptarlas, sino que más bien son declaratorias que se buscan impedir por “pena”, comentó la aspirante a candidata independiente a la presidencia de la república Margarita Zavala Gómez del Campo.
Ante esto, dijo que sería necesario cambiar este modelo, de manera que la emisión de la alerta vaya acompañada de apoyos federales, programas de prevención y de combate al feminicidio, para que sean atractivos a las autoridades estatales, pues en la actualidad cuando se comienza la discusión de este tipo de temas se generan negociaciones políticas para impedir estas acciones.
Esto lo indicó al sostener una reunión con estudiantes de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), donde destacó que es necesario que los gobernantes cambien su forma de pensar y que “no les dé pena que se emita la alerta de género, y que más bien les dé vergüenza que estén matando a las mujeres por el hecho de ser mujer”.
Otro mecanismo que la exmilitante del Partido Acción Nacional (PAN) consideró importante para combatir la violencia de género, es que se implemente un banco nacional de datos acerca de los feminicidios, pues en la actualidad sólo se cuenta con un registro de mujeres asesinadas; esto serviría, dijo, para generar mapas de riesgo y tener mayores herramientas al momento de diseñar programas de prevención y de capacitación.
CUESTIONADA
En el encuentro, los estudiantes cuestionaron a Zavala Gómez del Campo acerca de sus propuestas en materia de seguridad pública, pues hay que recordar que durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa se dio la Guerra contra el Narcotráfico, que generó problemas de violencia en todo el país.
“Para enfrentar al crimen organizado se requiere valentía, se requiere de un gobierno valiente, se pagan costos, a veces no hay comprensión, pero uno no está en esto para caerle bien a todos sino para enfrentar los problemas”, comentó la aspirante presidencial, al destacar que en lo particular sabe cómo hacerle frente a los grupos delictivos.
Una primera acción, explicó, sería reestructurar a las instituciones, pues durante el actual sexenio se centralizó a la Policía Federal a la Secretaría de Gobernación, lo cual no sólo trajo problemas administrativos sino también operativos, pues con este cambio se redujeron los salarios de los policías y de los comandantes.
Por lo tanto, lo ideal sería regresar a la Policía a la Secretaría de Seguridad Pública, pues esto ayudaría a mejorar la organización de la corporación.
Esto tendría que ir de la mano con acciones concretas, como aumentar los sueldos de los policías, subir al menos al doble el número de elementos, y brindarles equipamiento, adiestramiento y capacitación para poder contar con una policía confiable y preparada.
Y aunque uno de los temas que se han manejado a nivel federal es la posibilidad de implementar el mando único o el mando mixto para ayudar en los municipios y estados con mayor problemática de inseguridad, dijo que esto sólo puede servir si se acompaña de una estrategia para mejorar a las corporaciones y formar a policías confiables, “de lo contrario ese mando mixto se convierte de los Zetas”.