PUEBLA, MÉXICO.- En la actualidad el gobierno del estado de Puebla no invierte recursos en las acciones para prevenir el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y la propagación de éste, y el poco presupuesto que se tiene para este tipo de labores provienen de la federación.
Sin embargo, los 150 millones de pesos que se reciben de manera anual por medio de programas federales como el Seguro Popular se tienen que distribuir en acciones de prevención de diferentes enfermedades de transmisión sexual (incluyendo el VIH), así como en medicamentos, personal, cuidado de la infraestructura médica, condones y lubricantes a base de agua, quedando muy pocos recursos para el combate de este virus, comentó Juan Corona Román, integrante de la asociación civil No Dejarse Es Incluirse.
Acusó que incluso hay recomendaciones hechas directamente por el gobierno federal a las administraciones estatales para que éstas etiqueten recursos para estas políticas de salud pública, pero que en el caso de Puebla de manera sistemática se ha evadido el tema.
Esto ha derivado en que la entidad se encuentre entre los 10 estados con mayor número de pacientes nuevos con VIH en 2016, con 204 casos, además de que la jurisdicción sanitaria 6 -que cubre a la capital del estado- sea una de las de mayor incidencia de muertes por SIDA a nivel nacional.
“Esto es preocupante porque al ser la de mayor cantidad de habitantes los servicios de salud tendrían que estar más enfocados y con un trato más cordial”, apuntó el también abogado de la agrupación.
TRATO DISCRIMINATORIO
Un factor que influye a la alta tasa de fallecimientos por infecciones derivadas del SIDA, es el hecho de que sigue habiendo un trato discriminatorio hacia las personas con VIH que acuden a clínicas del sector salud, lo cual hace que retrasen el acercarse a buscar atención médica y cuando lo hacen ya es demasiado tarde.
En concreto, Corona Román señaló que entre las violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos que padecen alguna de estas dos enfermedades se ha detectado que en los centros de salud del estado hay un constante desabasto de medicamento, una atención médica negligente si no acuden a unidades especializados como los Centro de Atención a Pacientes con Infecciones de Transmisión Sexual y Sida (Capacit), además de que se les llegan a retrasar sus tratamientos cuando se identifica que tienen alguna infección de transmisión sexual.