PUEBLA, MÉXICO.- Ejercer una crítica política y social con un toque de humor, es como se destruye y construye paso a paso una realidad como si fuera un diorama, a través de la exposición “Tipología del estorbo” de Eduardo Abaroa (1968), que alberga el Museo Amparo hasta el 2 de octubre.
Tipología del estorbo, reúne veinte piezas bidimensionales, tridimensionales y videos, realizados desde 1990 hasta 2016. “La gran catástrofe del oxígeno (2016) es un vídeo perteneciente al proyecto Fotosíntesis, mismo que surgió a partir de su estancia en Honda, Colombia en el 2014. Los textos, dibujos y cerámicas de este periodo, se muestran en este filme de ciencia ficción en el que se vinculan al ser humano y su entorno.
Esta exposición, cuenta con la curaduría de Daniel Garza Usabiaga, quien afirmó que el humor es importante, aunque para algunas personas pareciera desagradable; pero incita a la reflexión y la crítica de lo cotidiano.
Eduardo Abaroa, fundador del espacio Temistocles 44, ubicado en Polanco, Ciudad de México, propone a través de sus instalaciones o intervenciones un parteaguas que propone la reflexión de cómo es la civilización y su proceso destructivo y constructivo paso a paso. Tal es el caso del proyecto “Destrucción total del Museo de Antropología (2012), que especula sobre la demolición simbólica del edificio que construyeran en 1964 Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares.
“Lo que se está tratando de hacer es una metáfora, no tanto de romper el edificio físico sino romper el edifico mental de lo que significa el museo, que contiene una serie de parámetros establecidos. Nosotros vamos al museo y decimos esto es mi cultura pero esa cultura tiene elementos como la segregación que no hemos podido atacar y que expuestos en un museo es una confrontación muy fuerte. Hay quienes dicen que es una falta de respeto, pero en muchas culturas prehispánicas la destrucción es signo de renovación. A nosotros nos reclama la gente no las autoridades, ese es el estorbo al que me refiero en el título de la exposición, al tratar de hacerme presente”.
Para el artista y escritor mexicano, quien ha expuesto en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, el Museo Nacional Reina Sofía, y la Bienal de Sao Paulo, su obra también se inspira en aquellos objetos que su circulación es rara o que su repetición propicia un mensaje al espectador.
La obra de Abaroa expuesta en el Museo Amparo, resalta la evolución del artista durante casi tres décadas, con la que el observador se tropieza a modo de “estorbo”, pues le impide el libre tránsito, invitando a la reflexión y crítica de los rituales sociales.
La exposición permanecerá en las Salas de Exposiciones Temporales, del Museo Amparo hasta el 2 de octubre de 2017.