PUEBLA, MÉXICO.- “Me emociona el modo en que José Ramón pasó de ser un empresario exitoso a ser alguien que se quiere iluminar con el pasado y vivir con intensidad el presente. Supongo que te paraste frente al pasado y frente a los tuyos. Esto que ya hiciste es un regalo.” expresó la escritora Ángeles Mastretta durante la presentación del libro “El Mendrugo y el Zapoteca” de José Ramón Lozano Torres y Jorge Roberto Ortiz Dietz (†).
Agregó que este libro asombrará con el pasado y sus hallazgos e ilumina el presente y así poder tener la esperanza de que así como otros sobrevivieron a través del tiempo, así también quienes habitamos en esta época vamos a sobrevivir a través de los objetos y de nosotros mismos.
Resaltó que existen sucesos que no se registran y que quedan plasmados en los libros, en ello radica la importancia de escribir lo documentado. “Los libros solo existen si otro los abre, sólo si hay alguien que esté dispuesto a leerlos”.
“Escribimos para inventar el pasado, el presente y el futuro. Escribimos para saber que algo mejora nuestra realidad. Recordar la vida como es, cómo pudo haber sido o cómo podría ser. La vida está regida por unas leyes que no tienen remedio aunque escribir nos haga creer que si lo tienen”, dijo.
En su intervención, el autor de este libro, José Ramón Lozano Torres, agradeció la asistencia y comentarios de la escritora Ángeles Mastretta Guzmán, Carlos Serrano Sánchez y Bernand Fahmel, ambos arqueólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Expresó que los libros otorgan la oportunidad de contar historias propias o de seres queridos, de reencontrarse con el pasado por ello el libro tiene la finalidad de recuperar la historia; y que la gente pueda valorarla, respetarla y dignificarla y no lo destruya y la comparta: “Siempre es tiempo de aceptar, de recobrar el pasado y enorgullecerse con él. La historia de la Casa del Mendrugo es fuerte y tan rica que si no la cuento se va a perder. Nunca pensé que yo tendría que escribirla pero las personas me decían que quien tenía que contarla era yo”.
El mendrugo y el zapoteca, explicó el también empresario, “nos lleva a encuentro sorpresivo con un sabio zapoteca (Jorge Roberto Ortiz Dietz) quien nos lega una colección extraordinaria que consiste en arte expresado en el cuerpo humano. Jorge Roberto es un mestizo y lo que cuenta aquí es su historia zapoteca. Él murió en el 2012 pero dejó un legado en sus escritos. Este libro es un homenaje póstumo”.
También resaltó la importancia de contar el hallazgo de un esqueleto de una mujer olmeca a la que llamaron “Chuchita”, así como al hallazgo de diversos objetos, destruidos por el tiempo y reconstruidos para su exhibición.
Concluyó que durante el proceso de restauración de La Casa del Mendrugo, que se inició en el 2008 y concluyó en 2016, escribió una bitácora muy detallada de los hallazgos, siendo los dos últimos años los más importantes pues en este tiempo se concretó el contenido del libro. “Soy un nuevo escritor con este libro” dijo.
El libro está a la venta en La Casa del Mendrugo, 4 sur 304, Centro Histórico. Lo recaudado por la venta de los ejemplares servirá para mantenimiento del museo que allí se encuentra.
