BUENOS AIRES.- La justicia argentina benefició con una reducción de pena a Julio César Grassi, un cura que fue condenado a 15 años de prisión por abusar sexualmente de un menor.
Juan Pablo Gallego, abogado de las víctimas, reveló que el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón redujo dos años y medio a la sentencia del sacerdote, quien tampoco ha sido sancionado por el Vaticano.
Señaló que apelará la decisión porque implica un beneficio del “dos por uno”, es decir, que se computa doble el tiempo que Grassi pasó en prisión hasta que la condena fue confirmada el mes pasado por la Corte Suprema de Justicia.
El cura ya cumplió tres años, nueve meses y 20 días de prisión, pero además del beneficio del recorte de su condena, también podría anticipar su salida por “buena conducta”.
Según el abogado, esto representa una burla para las víctimas y un peligro, ya que recordó el caso de un violador que fue liberado el año pasado y que la semana pasada secuestró, violó y mató a una joven.
Grassi, de 60 años, representa uno de los casos más emblemáticos de la pedofilia católica en el país sudamericano.
La causa judicial en su contra comenzó en octubre de 2002, cuando un programa televisivo mostró el testimonio de “Gabriel”, seudónimo del primero de los menores que denunció los abusos.
Después se sumaron las declaraciones de otros dos niños a quienes, para proteger su identidad, se les ha conoció como “Ezequiel” y “Luis”, pero ya durante el juicio 17 víctimas testificaron en contra del cura.
En el momento de las denuncias Grassi era un referente moral este país y tenía frecuentes apariciones en los medios de comunicación para promover su fundación “Felices los niños”, el albergue en el que, después se supo, había abusado de los menores.
Famosos personajes de la farándula local se presumían amigos de Grassi, quien durante todos estos años fue defendido por un inédito arsenal de abogados y por la cúpula de la Iglesia Católica.
Durante el juicio, el tribunal consideró probadas las acusaciones y en 2009 lo condenó por abuso sexual agravado y corrupción, pese a lo cual siguió en libertad hasta que la condena estuviera firme, lo que desató una fuerte indignación social.
Ante las presiones, en 2013 Grassi fue finalmente detenido y seguirá en prisión por lo menos hasta el 2026.
En Argentina hay más de 40 sacerdotes acusados de pedofilia, entre ellos el caso reciente de los curas Nicola Corradi, de 82 años, y Horacio Hugo Corbacho, de 56, detenidos por abuso sexual en contra de niños sordos que estudiaban en una escuela católica.
