MÉXICO.- El Museo del Futbol, ubicado dentro del Palacio de Hierro, en el Pueblo Mágico de Orizaba, busca rescatar la memoria histórica del deporte en esta ciudad y darle a conocer a las nuevas generaciones la importancia del mismo en esta región.
A través de fotografías, banderines y trofeos, entre otros objetos, los veracruzanos y turistas pueden conocer la importancia que tiene esta actividad, dentro de este destino, informó durante un recorrido hecho por Notimex, el guía de turistas Giuseppe Rodríguez Carmona.
“Aquí es donde nació el futbol nacional”, explicó Rodríguez antes de mostrar un mural lleno de collage de publicidad antigua, por ejemplo una réplica de un cartel, cuando vino a jugar el equipo del Barcelona a Orizaba.
De igual manera se muestra el escudo del equipo de futbol de la ciudad y una fotografía de la fábrica de fibras duras de yute, que es en donde, dijo, nació el futbol, del cual hoy en día, sólo quedan las ruinas, pero está convertido en un campo de golf, ya que aquí también nació este deporte a nivel nacional, porque todos los que trabajaban acá eran ingleses.
Los británicos empiezan a llegar desde 1873, por la instalación de un ferrocarril y ahí fue cuando empezó la transformación de Orizaba.
Para 1888 ya se tenían fábricas textileras, de yute, tabaco, cervecería, de hielo, chocolateras; en 1894 es cuando nace la fábrica de yute y cuando llegan los ingleses con los primeros balones de futbol.
Lo que sucedió fue que para 1896 se les venció su contrato y de ahí partieron a otras ciudades para buscar empleo y llegan a las minas del Real del Monte, en Pachuca, Hidalgo.
Pero ahí fundan una colonia, que actualmente existe, llamada Orizabita, en honor a la ciudad de Orizaba, que fue el primer lugar en recibirlos con los brazos abiertos.
“De hecho, en el estadio de Pachuca, antes había una placa que decía: gracias a Orizabita por enseñarnos lo que es el futbol, pero cuando entró el nuevo dueño del club Pachuca, la manda a quitar”, declaró.
En este museo se muestra una línea del tiempo en la que se puede ver la evolución del futbol, en Orizaba y en el país, por ejemplo se muestra la transformación de este Pueblo Mágico, con las vías del ferrocarril.
“Empezaron a llegar las empresas con capital extranjero, la formación de la gran compañía industrial de Orizaba, que eran tres fábricas textileras, que era San Lorenzo, Nogales.
“La fábrica textilera de Río Blanco y la fábrica de Cerritos, que hoy está convertido en un mercado, de Cocoloapan, en Orizaba y la de Santa Rosa, en Ciudad Mendoza”, explicó.
Asimismo, indicó que Duncan Macomish, fue el pionero del futbol en México. En 1898 ocurre un suceso importante, ya que se funda el primer Club de futbol oficial en todo el país, el Orizaba Athletic Club; el Pachuca fue fundado hasta 1901.
Y en 1902, ocurre el primer torneo de futbol en la historia de México, en donde solamente participan cinco equipos, de los cuales no había ningún mexicano, todos eran extranjeros.
El primer campeón nacional es el Orizaba Athletic Club, mientras que el Pachuca llega en cuarto lugar.
“Así hemos tenido hasta seleccionados, que han estado en la Selección Mexicana en Ámsterdam, en los Juegos Olímpicos, de 1928, pasando por Alfredo “Viejo” Sánchez y los hermanos Sota, quienes jugaron en el primer mundial en Uruguay en 1930”.
En el museo se exhiben los uniformes que ha tenido el Orizaba Athletic Club “muy elegante, porque sus jugadores eran ingleses”.
También están los uniformes de un equipo que se fundó en 1916, conocida como Asociación Deportiva Orizabeña, que se abrevia como ADO.
En otro espacio está el uniforme del equipo de una cervecería, la Unidad deportiva Moctezuma, que también fue campeón a nivel nacional, cuyas copas que ganó se muestran en la parte de atrás.
“Las copas de 1943 y la de 1947 no se van a encontrar en ninguna otra ciudad; al fondo hay una pantalla donde hay equipos tanto de Orizaba, como los jugadores y los antiguos balones de futbol, que estaban hechos de cuero.
“Estando en el museo existe la posibilidad de encontrarse a persona que les tocó jugar con estos balones, quienes decían que a veces terminaban con la cabeza vendada, porque cuando las remataba, les abría la frente”, concluyó.