Fotografía: Especial

TiterePlanet utiliza la esencia titiritera para exponer con humor diferentes problemáticas sociales

En CAMALEONES Redacción Leviatán

MÉXICO.- Hablar de TíterePlanet es hablar de espectáculos infantiles, obras de teatro, construcción y taller de títeres, en general de eventos para toda la familia.

Dirigida por Teo Flores Herrera, actor y guionista que, preocupado por la nueva dramaturgia mexicana para las infancias, fundó esta compañía hace 11 años junto con Jesús Molina y Jenny Ávila.

El trío de creadores, egresados de la Escuela Superior de Artes de Yucatán, confió en la esencia titiritera para presentar con humor a las niñas y niños diferentes problemáticas sociales, jugando con variadas técnicas y construyendo seres fantásticos que van desde pequeños, medianos, grandes y extra grandes personajes que cuentan innumerables historias extraídas y adaptadas de cuentos o de relatos de los pequeños que abren su corazón a Teo dentro de un salón de clases, al final de una jornada escolar.

El director de TíterePlanet destaca, durante entrevista, que la compañía pone el tema en la mesa empleando un punto de vista en la obra, pero nunca con el afán de ser didácticos: “Hay una enseñanza mucho más intelectual, o una forma más inteligente de decir las cosas y con títeres nos hemos podido acercar mejor y más contundente”.

A principios de noviembre del 2023, TíterePlanet estrenó su más reciente creación, una obra diferente para públicos a partir de los 16 años de edad basada en el cuento de Gabriel García Márquez, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada, una obra presentada como tragicomedia con la que transmiten varios mensajes a la sociedad sobre situaciones que pasan en la actualidad y que invitan a la reflexión de manera divertida y atractiva por la serie de elementos que se emplean.

“Representa un escape para personas que han pasado por malos momentos, al igual que abordan acontecimientos que ocurrieron en Yucatán. Tres cómicos narrarán la historia de nuestra ciudad, en donde parece que no pasa nada, con el fin de replantear lo que sucede en la entidad”, explica Teo Flores.

Esta pieza, de título Eréndira, fue beneficiada por el Fondo Municipal para Creadores con Trayectoria 2023. Está elaborada completamente de inicio a fin por los tres integrantes de TíterePlanet: música, títeres, escenografía, máscaras y diseño, todo pensado para suceder dentro de un halo lumínico que delimita y redondea la acción y donde todo debe ocurrir dentro “porque nuestro reto como actores es precisamente ese, una vez que entras, nadie debe salir, al contrario, todos los elementos se van integrando poco a poco como un factor sorpresa dentro de la escena”.

Teo Flores detalla que cuando el telón se abre no hay nada en el escenario “nos encantan los elementos sorpresa. Eso han representado para mí los títeres, la forma en la que aparecen, el color, la forma que tienen, pero ahora el objetivo es que también sea sorpresivo para el público, que cuando lleguen digan ¿cómo? ¿dónde estaba? pero ¿cómo fue?”

Así, Eréndira conjunta a 13 personajes en escena, mismos que cobran vida gracias a los tres integrantes de TíterePlanet “un reto más de esta nuestra obra más complicada e importante por los elementos empleados y porque la armamos y planeamos en tan solo dos meses, fue complicado ponernos de acuerdo hasta por el color de la tela, el diseño de los títeres y el tipo de música, pero obtuvimos excelentes resultados”.

Como un balance a casi 12 años de trayectoria de TiterePlanet, Teo subraya que solamente tiene palabras de agradecimiento para el público que los ha seguido, esos pequeños que fueron

por primera vez a verlos cuando apenas tenían seis años y que ahora ya son jóvenes y siguen asistiendo al teatro “porque sin público uno no puede continuar, porque si el público no puede pagar su boleto, la magia no sucede, pero cuando el público te confía su dinero, es lo que apuesta para que tu continues y eso se me hace sumamente lindo”.

Teo Flores también trabaja por las tardes en una escuela primaria de donde alimenta sus letras con las historias que le cuentan sus alumnos: “He aprendido a escuchar, pero escuchar a los niños no solo en la palabra, sino desde sus movimientos, su mirada, su respiración, eso nos ayuda a construir historias sobre ellos, solo así podemos comprender muchas cosas”.

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