MÉXICO.- La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) presentan en el Museo Tamayo, por primera vez en América Latina, al poeta, pintor y escultor danés Per Kirkeby.
“Per Kirkeby. Evocación de la posteridad” toma como punto de partida una serie de piezas que el artista originario de Copenhague realizó en los años setenta, tras su viaje a sitios arqueológicos mayas en 1971.
Geólogo de formación, Kirkeby (1938-2018) comenzó su producción artística como dibujante durante expediciones a Groenlandia, donde esquematizó valles, montañas y cuerpos de hielo. Este tipo de excursiones se volvieron una parte central de su práctica creativa y las realizó hasta las últimas décadas de su carrera.
Estos viajes pronto se convirtieron en un aspecto central de su producción creativa y, prácticamente en paralelo a esta formación, también fue parte de la Eks-skolen (Escuela de Arte Experimental), uno de los centros de formación artística más vanguardistas de Dinamarca en la década de 1960. Allí comenzó a experimentar con temas y técnicas pictóricas, así como con diferentes procesos y materiales, exploraciones que mantuvo a lo largo de toda su carrera.
La exposición explora los diálogos entre sus esculturas de ladrillo, dibujos arquitectónicos y pinturas. Aparentemente minimalistas, las esculturas son exploraciones de la forma y la estructura, y de cómo caminar junto a ellas modifica nuestra percepción del espacio y la luz que las rodea. También son ambiguas en el sentido de que recuerdan a ruinas, pero también podrían ser construcciones inacabadas o edificios que surgen del suelo. Las pinturas, a su vez, con su factura casi expresionista, exploran cómo pueden representarse los paisajes mostrando solo rastros de sus elementos, ya sean geológicos, acuosos, vegetales, o el movimiento de estos.
Sobre el artista, Andrés Valtierra, curador de la exposición, dice: “A Kirkeby le interesaba especialmente cómo habitamos los terrenos naturales y los modificamos a través de la arquitectura. También consideraba cada tipo de construcción como una acumulación de capas materiales, formales y simbólicas. Metafóricamente, esto las asemeja a formaciones geológicas”.
La exposición brinda al público mexicano la oportunidad de conocer su trayectoria de más de sesenta años. Al mismo tiempo, invita a sumergirse en la evolución de su obra y en su profundo interés por la relación entre la naturaleza, la arquitectura y la cultura.
Al conectar la arquitectura, la geología, el tiempo profundo y la contemplación de la naturaleza, la obra de Kirkeby fomenta reflexiones sobre cómo nos relacionamos con los espacios naturales y el hecho de que nuestras acciones tienen efectos duraderos en entornos que han existido desde tiempos inmemoriales.