PUEBLA, MÉXICO.- Con monos “feos”, “chuecos” o hasta “antiestéticos” y aderezados de una buena cantidad de humor ácido, la gráfica del artista Carlos Dzul logra contar historias que, aunque aparentemente simples, conectan con el público.
¿Cómo lo logra? Pues con una fórmula bastante “común” pero que el caricaturista originario de Villahermosa, Tabasco, encontró luego de un camino poco definido y tras un largo proceso de crecimiento creativo, según narró a LEVIATÁN.
Mejor conocido como Changos Perros, como tituló su webcomic que comparte desde las redes sociales, en entrevista con este medio a propósito del taller “Escribo feo y dibujo peor” que imparte en el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP), confesó que fue tras una especie de deconstrucción del dibujo donde encontró su voz para crear sus tiras.
“El estilo que utilizo es bastante común, llegué a él por un camino demasiado largo y trabajoso. Trataba de dibujar bien y por alguna razón los dibujos se fueron deformando y son lo que son ahorita. Llegué al punto del dibujo y el humor en el que me siento muy identificado”.
Si bien el talento escritural para narrar historias y dibujístico para crear piezas complejas lo acompaña desde más joven, Carlos señala que su gráfica “fea” y “simple” corresponde a una estética que se entiende desde una lógica distinta: es una mezcla entre lo que se dice, cómo se dice y acompañado por un dibujo sencillo pero que debe apreciarse desde un punto particular.
“El dibujo y la técnica, y la viñeta de humor gráfico tienen otra lógica, es la relación entre un texto y el dibujo. Si alguien intenta apreciar esto desde el terreno del dibujo lo va a ver como una cosa ‘antiestética’. Entonces, hay que saber desde dónde mirar los monos”.
MONERO A SECAS
Definiéndose a sí mismo como un “monero” a secas, el autor del título de cuentos Ese día la ciudad estaba muy encabronada (Vozed, 2015) y de la tira cómica Lovstoris, construida a partir de historias de internautas, mantiene bien arraigadas las influencias de dibujantes como Iliana Finck y Mark Beyer.
Igual que sus dibujos, la creatividad de Dzul encontró su camino alejado de las paredes de lo institucional, pues aunque con estudios en dos carreras distintas, Comunicación y Literatura, el internet a través de las redes sociales fueron más productivas para alcanzar su oficio.
“Comencé escribiendo porque quería ser escritor, pero me costaba muchísimo trabajo terminar un texto y no me sentía tan cómodo ahí; eso de estar encontrando un lenguaje, una voz, hasta que di con los monos. Es algo que me sale muy fácil en comparación con otras cosas, es como montarse en una ola y ya de ahí te sigues”.
Carlos dice que ahora no tiene que esforzarse por encontrar historias para narrar con dibujos, simplemente habla de hechos cotidianos, lo banal de la vida diaria y también de aquellas cosas que realmente le preocupan. Así logró conectar con la audiencia:
“Yo al principio quería escribir chistes, pero no me salió muy bien; estaba un poco frustrado de decir: ‘por qué lo que escribo no es gracioso, no te deja duda’. Luego renuncié a intentar escribir chistes y dije: ‘voy a escribir sobre lo que conozco, a nivel de suelo, sobre las cosas que me pasan todos los días, que de verdad me preocupan y simplemente transmitir eso de la manera más fidedigna, con la menor cantidad de filtros’. Y creo que la gente se identifica, porque es algo que le puede pasar a cualquiera”, dijo el monero actualmente radicado en Yucatán.
LA VOZ INTERNA
El también autor del libro de cuentos Choto, que se puede conseguir desde su página de Facebook o Twitter, señala que muy pocas veces ha recibido críticas por sus dibujos que en ocasiones tocan temas que podrían causar escozor, más allá de algunos comentarios cuando aborda polémicas de política o feminismo.
Lo “sencillo” de su gráfica se extiende hasta su personalidad, pues asegura que no tiene un “mensaje detrás de su obra”, simplemente comparte con los otros aquella voz interna que sale a relucir en sus changos perros (changos por “monos” y perros como sinónimo de “chidos”). Su única satisfacción, que sus seguidores agradezcan sus dibujos.
“A mí me alegra mucho cuando me escriben para decirme que mis dibujos los han hecho reír, para mí eso es lo máximo que un autor puede tener, que alguien te digan que lo hiciste reír o tener un buen rato, ya con eso”.
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— Carlos Dzul (@changosperros) June 14, 2021