PUEBLA, MÉXICO.- El término “apropiación cultural” sólo es una forma elegante de llamarle al robo y, como tal, debe denunciarse cada caso de adueñamiento de conocimientos, tradiciones, prácticas o creencias indígenas, enfatizó la antropóloga María del Carmen Castillo Cisneros, miembro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Apropiar viene de propiedad, es decir, de volver tuyo algo que no te pertenece. Por ello, es importante enunciar las cosas tal como son, ya que cuando se defiende un textil, también se defiende un territorio, la salud de un grupo, sus saberes y formas de vida y de organización comunitaria”, dijo al participar en el coloquio virtual “Voces propias para la salvaguardia comunitaria del patrimonio cultural”, transmitido por las redes del INAH.
La investigadora, quien ha trabajado con pueblos tacuates, mixes, mixtecos y zapotecos en temas de ritualidad y memoria textil, mencionó que estas expresiones y creencias tradicionales son prioritarias en la vida cotidiana de la población indígena y trascendentes para su organización, autoidentificación y reconocimiento; no obstante, por siglos se han visto plagiados al grado de mantener una “actitud de resistencia permanente”.
Respecto de recientes casos de apropiación cultural que diseñadores de moda extranjeros han hecho de los bordados indígenas de estados como Chihuahua, Veracruz, Hidalgo y Puebla, Schulu Lemus Santiago, responsable del área de Turismo en el Ayuntamiento de Tenango de Doria, comentó que ello resulta grave ya que responde únicamente a fines comerciales retirando una importante cantidad de saberes que subyacen en cada objeto patrimonial.
Buscarán proteger propiedad intelectual de diseños textiles indígenas
La artesana Teresa Lino Bello, de Hueyapan, Puebla, integrante de la organización Tamachij Chihuatl, comentó que cuando desde las propias comunidades se elabora y comercializa una prenda artesanal, “no solo se comparte un producto, sino también cosmovisiones e, incluso, sentimientos”.
Ello pues los textiles tradicionales incorporan imágenes con motivos naturalistas o abstractos que transmiten sistemas complejos de creencias a quien sabe leerlos, además de saberes como la propia creación de los tintes, a partir del añil, grana cochinilla, cempasúchil, nogal silvestre o zapote negro, entre otros elementos naturales.
MEDICINA TRADICIONAL
La integrante del colectivo Masehual Siuamej Mosenyolchicauani, María Luisa Bustillos Gardea, electa en 2017 como Siríame Mayor (gobernadora) de la Ciénega de Norogachi, en Guachochi, Chihuahua, agregaron que la apropiación cultural no sólo aplica a los textiles, sino también a las medicinas tradicionales o a cultivos como el maíz.
“Anteponer la ganancia a la vida no es desarrollo de ningún tipo”, concluyó el activista Sael Blanco Pulido, de Acayucan, Veracruz, al mencionar que a menudo se critica a las comunidades de negarse al ‘desarrollo económico’ cuando se les presenta algún proyecto de turismo masivo, infraestructura o introducción de cultivos transgénicos.
“En los pueblos no se entiende al desarrollo como ganancia, a la manera capitalista, sino más bien como buen vivir, por ello es importante para nosotros preservar nuestro ambiente, nuestras lenguas y nuestras familias, evitando así que nuestros hijos o conocidos tengan la necesidad de emigrar en busca de mejores oportunidades”, finalizó.