PUEBLA, MÉXICO.- Ella es Zandra Díaz Ruiz, y para ella la crisis de la venta de libros llegó mucho antes de la pandemia de Covid-19. Dedicada gran parte de su vida al oficio librero, ha sido testigo de cómo los hábitos de consumo han cambiado conforme han pasado las décadas.
Dueña de la Librería Cazales, la cual asegura es la primera librería de viejo que existió en la ciudad de Puebla, Zandra se crió entre títulos, portadas, hojas, letras y el gran conocimiento que aportan los libros físicos.
Su padre, Bartolomé Díaz Cazales, desde hace poco más de medio siglo fue pionero y abrió este negocio que se convirtió en su pasión, su forma de vida y al cual se dedicó por más de 50 años. Don Bartolomé incluso enfermo y hasta el último día de su vida defendió con esmero la labor de darle una segunda oportunidad a los textos y en encontrarles nuevo dueño.
Junto a Zandra, está César Enrique Pérez Silva, quien al lado de Don Bartolomé vio florecer esta librería a la que él ha dedicado 25 años. Ambos, en el marco del Día Nacional del Libro, relatan su experiencia de décadas junto a estos tesoros llenos de aventuras y conocimiento.
Zandra recuerda cómo su padre la llevaba con él a trabajar a la librería cuando tendría apenas unos 8 años de edad. Aún con la inocencia de niña y sin conocer mucho del oficio, relata que en aquella época la venta era mucho mayor. En los pasillos del lugar se juntaba la gente a buscar una historieta, un libro para la escuela o algún otro título sólo para pasar el rato.
Con el pasar de los años su padre se despidió de la vida, Zandra creció y la cantidad de comparadores comenzó a disminuir cada vez más, tanto así que esta apasionada de las letras estima que la venta ha bajado cerca de un 50 por ciento.
Ello pues las nuevas tecnologías y las nuevas formas de consumo has sustituido a los libros de papel. Libros en PDF, e-book u otros formatos digitales llegaron para agilizar la búsqueda de títulos, acortar distancias y reducir espacios. No obstante, para Zandra siempre tendrá mucho mayor valor el libro impreso, los que en este tipo de lugares llegan a tener hasta la mitad del precio que en una librería de libros nuevos.
Más aún, durante el recién pasado periodo de confinamento por la pandemia de Covid-19, Los Cazales se vieron forzados a cerrar el local por cinco meses. Tan difícil fue la situación que estuvieron a punto de quitar por completo el negocio.
Sin embargo, el recordar lo importante que fue para su papá el haber construido el negocio que los sacó adelante por cinco décadas y pensar en todos los momentos que en vida dedicó al espacio, la hizo mantenerse firme y continuar con él.
EL APUNTE
Ubicada en la 7 Oriente Número 11, en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Puebla, la Librería Cazales atendida por Zara y Don César, se resiste a la extinción de los libros físicos y confía no sólo en la utilidad de los texto que aportan conocimiento, sino en la belleza de las ediciones impresas.