PUEBLA, MÉXICO.- Ella es Eréndira Lucas Juárez, una pequeña niña totonaca de 11 años a quien le gusta pintar, bailar, escuchar huapangos y no puede dejar pasar un buen plato de espagueti. Pero si hay algo que le guste más hacer en esta vida, es escribir, porque descubrió que con sus letras puede compartirles de una forma más bella a sus compañeros, amigos, familiares o vecinos, lo que está pensando y sintiendo.
La emoción de tomar papel, lápiz y pensar en verso, fue la emoción que la impulsó a escribir “Niña Cucaracha”, un poema escrito en totonaco que recientemente la posicionó en el segundo lugar del IV Concurso de Poesía Cantos de Guerra y otros Demonios, organizado por Ícaro Casa Artística en coordinación con el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP).
Tal como lo describió la juez y escritora poblana Valeria Guzmán, cada uno de sus versos lanzan imágenes contundentes y crean sonidos parecidos a la música, por lo que, aunque recién comienza en el mundo de las letras, le augura un crecimiento inmenso, tal como crece “ese pájaro que de alguna manera avisoras en tu poema”.
A pesar de que estaba nerviosa por concursar junto a otros 30 poetas de la entidad en un maratón de poesía que reunió a escritores no sólo de Puebla sino también de Chile, Colombia y Argentina, esta pequeña promesa de la escritura poblana platicó a LEVIATÁN que sintió mucha felicidad porque, aunque en el Primer Concurso de Creación en Lenguas Originarias Gusanos de la Memoria 2020 , realizado en mayo pasado, quedó como finalista con el mismo poema, a su corta edad no había tenido oportunidad de recibir un premio literario.
ZAPOTITLÁN DE MÉNDEZ
Originaria de Zapotitlán de Méndez, Puebla, ella pasa sus días jugando con sus ocho hermanos, bailando, dibujando las montañas de su pueblo y escribiendo, tal como lo aprendió de su hermana mayor, la escritora Cruz Alejandra Lucas Juárez, su más grande inspiración.
De grande, le gustaría ser maestra, pero mientras tanto pasa el tiempo leyendo Harry Potter, una de las historias que más disfruta, cuentos infantiles que encuentra en la biblioteca o caminando entre los hermosos paisajes que le regala Tuxtla, ya que disfruta mucho de la naturaleza.
Eréndira no sólo lleva lo risueña y feliz en el nombre sino también en el ánimo, pues si bien sus compañeros de la escuela la llaman “niña cucaracha”, a ella no le molesta: prefiere camuflarse con este insecto volador que vive muchos años, a emular a los chiquillos sin cabeza ni pensamiento.
EL POEMA
XUMPIP TSUMAT
Aktsina tsumat kit,
mat laa kumu xumpip ktasiyuy
kiwankgoy kintalakgskgatán kpukgalhtawakga’
mat chakiwiliwa kit
mat lakgapalaga kit
mat tlakg laklanka xlakan
cha ni katsikgoy pi tlakg katuwa klakapastak
niklisitsiy maski xumpip kakintlawakgolh
tlakg tlan
kgalhiy xpakgan wa maa xumpip
kgalhiy laktsu x’akgalokgot tu liputsaanan,
laa kumu xumpip akglhuwa kat naklatamá
ni laa kumu ti laktlanka makgkatsinikgokan
ni katsikgoy tu wankgoy chu tu tlawakgoy
NIÑA CUCARACHA
Soy pequeña
los niños de la escuela
dicen que tengo cuerpo de cucaracha
pies de palo, una cara sucia
dicen que ellos son grandes,
no saben que soy una niña que piensa,
no me enojo si me llaman cucaracha
una cucaracha con alas,
con antenas para sentir,
que vive muchos años.
Prefiero eso que ser como ellos
que se sienten grandes
sin cabeza ni pensamiento.