PUEBLA, MÉXICO.- “Dicen que los peces sólo tienen seis segundos de memoria y por eso nunca se aburren dentro de la misma pecera, porque cada seis segundos encuentran un mundo nuevo”. En el confinamiento al que obligó la pandemia de Covid-19, pareciera que los humanos estamos condenados a la memoria, a mirar constantemente las mismas paredes, las mismas ventas, el mismo encierro día tras día.
Esa es la premisa de El segundo siete (2020), un cortometraje documental donde el director Jan Swiecichowski reflexiona en torno a la cuarentena provocada por la actual crisis de salud mundial, el cual resultó ganador del primer lugar en la convocatoria Corto en Corto del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla y el primer lugar del concurso Un Día en Casa de Canal 22.
Si bien el no poder salir y permanecer encerrados podría parecer frustrante porque la única manera de ayudar a la situación es “no haciendo nada en casa”, Jan contó a LEVIATÁN que fue inevitable pensar en las personas que se enfrentaron a la imposibilidad del encierro y tuvieron que salir a ganarse la vida. Así, Jan Darío Rodríguez Swiecichowski, estudiante de la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales (Arpa) BUAP e integrante de Kukarachov Films, invitó a reflexionar lo privilegiado que son quienes pudieron mantenerse confinados.
Como oriundo de Puebla pero con una infancia en Polonia viendo Jurassic Park, Alien: el octavo pasajero y las películas de Krzysztof Kieslowski, Jan creció forjando sus ganas de contar historias en el cine. Ese mismo impulso lo llevó a trabajar durante dos meses en El segundo siete, tomando como metáfora de la memoria de los peces para darle un significado diferente al modo en cómo la sociedad mexicana asumió el confinamiento.
Como transgresores del segundo seis, Swiecichowski consideró que las personas podrían buscar formas de no aburrirse en el espacio-tiempo de la cuarentena y podrían incluso “usar la memoria a nuestro favor recordando el pasado, los momentos buenos; como en espera de que esos momentos buenos se repitan después de la cuarentena”.
“Todavía se puede encontrar algo de belleza mirando por la ventana. Se podía resignificar lo que es el exterior mirando por la ventana y también lo que es al interior mirando nuestras casas, cómo interactuamos con el hogar y el espacio cerrado”.
En cuanto al aporte que tiene las artes en un contexto donde evidentemente quienes se encuentran en la línea de frente es el personal médico, mencionó que una de las maneras más comunes para sobrellevarla fueron las artes mismas, donde hubo un gran desplegado de propuestas de cine, música, literatura y fomento al desarrollo de las artes, por lo que dentro de este escenario crítico el arte ha sido un paliativo para sobrellevar la cuarentena “y dejar de pensar en todo esto que está sucediendo, no sólo de distracción sino también de apreciación”.
“Si no actúa de manera tan efectiva como podrían ser los servicios de salud atendiendo los enfermos o buscando una vacuna, me pregunto cómo habría sido la cuarentena sin las artes. Yo creo que hubiera sido verdaderamente insoportable estar encerrado sin acceso a la artes”.
TRAYECTORIA
Jan Swiecichowski ha dirigido varios cortometrajes y videos de ficción, animación y videoclip, de los que destacan El Umbral (2017) y De fibra de vidrio (2018, co-dirigido con Iyaasú Contreras), cortometrajes que han formado parte de selecciones oficiales en festivales nacionales e internacionales.
También se desempeñó como Cinefotógrafo en el largometraje El mar entre las casas, de Juan Pablo García, estrenado en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato 2020, y en el cortometraje documental La rueda de piedra, colaborando en la fotografía con Heriberto Ortega, cortometraje ganador de la categoría nacional en el concurso Hazlo en Cortometraje, patrocinado por Cinépolis.
