PUEBLA, MÉXICO.- El hallazgo del Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, exhibe la magnitud de la crisis humanitaria y de derechos humanos que vive México. Así lo afirmó la Mtra. Anna Karolina Chimiak, codirectora del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), durante una ponencia realizada en el marco de la Cátedra Ignacio Ellacuría 2025 en la IBERO Puebla.
La académica analizó los efectos del descubrimiento realizado por el colectivo Guerreros Buscadores, quienes encontraron restos y pertenencias en un predio de 10 mil metros cuadrados presuntamente utilizado como centro de adiestramiento y exterminio. El sitio ya era conocido por autoridades federales desde 2024, pero fue hasta marzo de 2025 que se hizo público.
“La situación en México nos afirma una crisis de derechos humanos innegable”, sentenció Chimiak, al señalar que este caso encaja en la definición de crisis humanitaria por su gravedad, sistematicidad y por las omisiones del Estado.
Durante su intervención titulada Defender contra el miedo: Respuestas situadas ante la crisis de derechos humanos en México, Chimiak destacó que en el país hay más de 127 mil personas desaparecidas. Jalisco, donde ocurrió el hallazgo, es la entidad con más casos: más de 15 mil desde 2019. Además, se han documentado 192 fosas clandestinas con 1,916 víctimas entre 2018 y marzo de este año.
El hallazgo de Teuchitlán también detonó la activación de un mecanismo internacional sin precedentes: el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU recurrió al artículo 34 de la Convención para alertar a la Asamblea General sobre la situación en México.
Pese a las dificultades para prever resultados inmediatos, Chimiak señaló que esta intervención puede abrir la puerta a transformaciones estructurales, reparación del daño y medidas de no repetición, siempre poniendo a las víctimas y sus familias en el centro.