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La vejez y el género aumentan la desigualdad en Puebla: Observatorio de Salarios IBERO Puebla

En ESPECIALES Mauricio Cárdenas

MÉXICO.- El Observatorio de Salarios de la IBERO Puebla ha revelado que la vejez y la desigualdad de género son factores que agravan la precariedad en la calidad de vida de las personas adultas mayores, particularmente de las mujeres. Según su Informe de desigualdad de género 2025: La desigualdad entre las personas adultas mayores, más de la mitad de la población no ha contado con un empleo que le permita garantizar recursos suficientes para su vejez.

El informe aborda dos tipos de desigualdad interrelacionadas: la de edad y la de género. Destacó que “la vejez no es sino la expresión de cómo hemos vivido nuestra vida”, lo que significa que condiciones de pobreza, mala alimentación y precariedad en la juventud y adultez se reflejan en la tercera edad.

Asimismo, revela que el 40% de las viviendas habitadas por personas adultas mayores en Puebla tienen carencias en calidad constructiva, espacio y equipamiento. Además, el acceso a la salud sigue siendo deficiente: a nivel nacional, el 37.4% de las personas adultas mayores carece de servicios médicos, cifra que en Puebla asciende al 54.9%.

Envejecimiento poblacional y la desigualdad económica

El envejecimiento de la población es una realidad en México. En los últimos 40 años, la media de edad ha pasado de 15 a 30 años; en Puebla, es de 28. Esta transformación demográfica se ha acompañado de una disminución en la tasa de fecundidad y un aumento en la esperanza de vida, lo que modificará la estructura de dependencia a partir de 2047: el sector de adultos mayores será el de mayor necesidad de apoyo.

La precariedad económica también es un factor determinante. Actualmente, el 53.1% de las personas adultas mayores en México tiene ingresos insuficientes, cifra que en Puebla se eleva al 70.1%. Además, el 40% de los hombres y el 10% de las mujeres mayores continúan trabajando para subsistir, con porcentajes más altos en Puebla (50% y 20%, respectivamente).

Muchas mujeres de la tercera edad están recibiendo un ingreso propio por primera vez en sus vidas, gracias a las pensiones, lo que refleja una vida de desigualdad laboral y económica previa.

Los retos

Los expertos coincidieron en que el envejecimiento poblacional exige cambios estructurales urgentes en materia de salud, educación, economía y vivienda. La pobreza sigue reduciendo la esperanza de vida y limitando el bienestar de los adultos mayores.

El informe concluye que los cambios que se requieren no solo impactarán a las generaciones actuales de personas mayores, sino a toda la población que, en los próximos años, enfrentará su propia vejez.

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