MÉXICO.- El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Enrique Cáceres Nieto, alertó sobre los riesgos que implica el uso de la inteligencia artificial (IA) en el control de las naciones, destacando la invasión de la privacidad, la discriminación y la sobrevigilancia estatal como algunas de sus consecuencias más preocupantes.
Durante su participación en la sesión “Legislación sobre la Inteligencia Artificial” de la Cátedra Extraordinaria de Bioética, el experto destacó que el verdadero conflicto de la IA no radica en la tecnología en sí, sino en su influencia sobre nuestros procesos cognitivos y conductuales. Asimismo, advirtió que su implementación ocurre en un contexto político en el que la ultraderecha está ganando poder en distintas naciones, incluyendo Estados Unidos.
Cáceres Nieto enfatizó que ciertos gobiernos buscan ejercer un dominio totalitario a través de la IA. Señaló como ejemplo a China, donde desde 2014 se ha implementado un sistema de control social basado en registros digitales, reconocimiento facial y recopilación de datos biométricos. Este modelo permite al gobierno sancionar a los ciudadanos por incumplimientos menores, como tirar basura en la calle, restringiendo su acceso a servicios como el transporte aéreo. Además, mencionó cómo en el transporte público se exponen imágenes de quienes han reducido su “bono social” como medida de presión social.
El investigador advirtió que regímenes como Rusia y Arabia Saudita buscan replicar este modelo y que en América Latina, Venezuela ya ha implementado un sistema similar con el “Carnet de la Patria”. También indicó que numerosos aspectos de la IA están fuera del derecho y carecen de regulación específica.
A nivel global, países como Canadá, Estados Unidos, Austria, Japón y China han avanzado en la regulación de la IA. En general, coinciden en tres puntos: el impacto transformador de la tecnología, la necesidad de un enfoque ético y la competencia por el liderazgo en el sector, con China aspirando a ser la nación líder en 2030.
Finalmente, Cáceres Nieto señaló que actualmente no son los estados quienes están definiendo el nuevo orden mundial, sino las grandes empresas tecnológicas, lo que refuerza la necesidad de establecer regulaciones claras para proteger los derechos y libertades de la población.
