PUEBLA, MÉXICO.- La violencia vicaria, una de las formas más crueles de violencia de género, sigue siendo una de las más invisibilizadas en México, a pesar de sus devastadores efectos. Aunque no existen cifras oficiales sobre las víctimas, se estima que la CNDH acompaña a 150 personas afectadas cada año, y Puebla está entre los primeros 10 estados con más casos. Esta violencia, reconocida legalmente en 2023, afecta principalmente a madres, hijas e hijos, y fue el tema central del conversatorio “Violencia vicaria. Una violencia de género invisible en México”, donde participaron expertas como Luz Arredondo, del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria (FNCVV), y Cristina Tovar, abogada y sobreviviente del delito.
Las expertas coincidieron en que, aunque se han hecho reformas para incluir la violencia vicaria en las leyes, estas aún no son suficientes para abordar completamente el problema. Cristina Tovar destacó la necesidad de añadir la dimensión estatal a la violencia vicaria, ya que las instituciones a menudo actúan de forma omisa o incluso en complicidad con los agresores. Luz Arredondo, quien compartió su experiencia personal como madre afectada, describió la violencia vicaria como “el extremo de la violencia de género”, que deja a las víctimas vivas, pero en un tormento constante.
Las cifras presentadas por Arredondo son alarmantes: 10 de cada 10 mujeres experimentan violencia psicológica dentro de la violencia vicaria, 7 de cada 10, económica, 6 de cada 10, patrimonial, y 5 de cada 10, física y sexual. En su intervención, Arredondo hizo un llamado urgente a visibilizar este crimen y a luchar por el regreso de las hijas e hijos afectados, asegurando que las madres nunca dejan de luchar por ellos. Este evento subraya la necesidad de actuar con urgencia para proteger a las víctimas y prevenir futuras tragedias.
