MÉXICO.- Hoy, 16 de enero, celebramos el Día Mundial de los Beatles, una fecha para recordar que esta banda no solo revolucionó la música, sino que también dejó una huella indeleble en la literatura. Porque, seamos honestos, ¿quién no ha leído un libro y sentido que John, Paul, George y Ringo andaban por ahí, entre las páginas, tarareando alguna de sus canciones?
Un ejemplo perfecto de este romance entre los Beatles y los libros es “Tokio Blues” de Haruki Murakami. Sí, hablamos de ese autor que te hace sentir existencial y filosófico con solo abrir uno de sus libros. En esta novela, el título original en japonés es “Norwegian Wood”, un guiño directo a la famosa canción del Rubber Soul. Pero no es solo un nombre bonito: la melodía acompaña al protagonista, Toru Watanabe, a lo largo de sus recuerdos de juventud, desamor y esa inevitable sensación de pérdida que todos hemos sentido.
La conexión no se queda ahí. Murakami utiliza la canción como una suerte de máquina del tiempo emocional, evocando en su protagonista esa nostalgia dolorosa que te golpea cuando menos lo esperas (sí, como cuando Spotify te lanza “Yesterday” en un mal día). Es un recordatorio de que la música de los Beatles trasciende generaciones y culturas, haciéndonos sentir que estamos en sintonía con algo mucho más grande.
Pero Murakami no es el único. Los Beatles han sido musa para innumerables autores: desde referencias en obras de Stephen King hasta análisis profundos sobre su impacto cultural en ensayos académicos. Sus letras, llenas de metáforas y poesía, son prácticamente literatura por derecho propio. ¿”Lucy in the Sky with Diamonds”? Perfecto para un viaje literario surrealista. ¿”Eleanor Rigby”? Una historia corta comprimida en tres minutos.
Así que hoy, mientras escuchas tus canciones favoritas de los Beatles, ¿por qué no sumergirte también en un buen libro que celebre su legado? Ya sea con Murakami o cualquier otro autor que haya encontrado inspiración en los Fab Four, seguro que la experiencia será como una buena canción de los Beatles: inolvidable.
Después de todo, como ellos mismos dijeron, “All you need is love”. Y, quizás, un buen libro.