MÉXICO.- La bailarina y creadora escénica Anahí Galarza Santillán desarrolla Ecos del Desierto, proyecto seleccionado por el Programa de Estímulos a la Creación y Proyectos Culturales (PECDA) Durango 2024. El trabajo tiene como eje central la integración de la danza contemporánea y el canto cardenche, una tradición con profundas raíces en su región, con la finalidad de preservar y registrar esta expresión cultural.
“El proyecto surgió de la necesidad de llevar mi trabajo a un formato de video-danza. Quería crear algo que reflejara no solo mi trayectoria, sino también una parte importante del patrimonio de Durango. El canto cardenche tiene pocas exponentes activas, y es urgente visibilizarlo”, comenta Galarza Santillán en entrevista.
También es un homenaje a las Mujeres Cardencheras, un grupo que representa una tradición en peligro de extinción: “Me impactó profundamente conocerlas y saber que son solo tres las mujeres activas en dicha expresión, pues una de ellas, Evangelina, falleció recientemente. Eso reafirmó mi compromiso de preservarlas a través del arte”, afirma.
Para Anahí, la conexión entre el desierto y la sierra que rodean Durango y Torreón sirvió como fuente de inspiración para el nombre del proyecto: “El eco en estos lugares simboliza tanto la persistencia de nuestras voces como el reflejo de nuestras raíces”, señala.
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EVOLUCIÓN ARTÍSTICA
Licenciada Bailarín-Ejecutante en Danza Contemporánea por la Escuela Municipal de Danza Contemporánea de Torreón (ESDACONT), Galarza Santillán ha colaborado con coreógrafos destacados como Ruby Gámez y Jaime Hinojosa, al igual que ha participado en festivales como el Ricardo Castro y el Circuito Nacional de Artes Escénicas en Espacios Independientes Chapultepec 2023.
“Mis experiencias en festivales y residencias me han enseñado que la danza tiene múltiples lecturas y formas de conectar con el público. Esto ha moldeado mi manera de crear y comunicar a través del movimiento”, dice.
Su trayectoria se ha enfocado en la búsqueda de transmitir un mensaje claro al espectador, en combinación con su interés por temas de identidad y memoria cultural: “El proceso creativo ha cambiado con los años, y la madurez me ha permitido abordar los temas de manera más reflexiva y conectada”.
Además de su trabajo artístico, Anahí es codirectora de la Colectiva Transeúnte, grupo multidisciplinario que fomenta la conexión comunitaria a través del arte: “Surgió en la pandemia y ha sido un espacio para explorar nuevas formas de conectar y enseñar. Equilibrar mi labor creativa con mi rol como docente es un desafío, pero esencial para impulsar la danza en Durango”.
Como docente en el Colegio Valladolid y maestra en la academia Revidanza, Galarza Santillán se dedica a formar nuevas generaciones de artistas: “Mi visión es que la danza contemporánea sea accesible y valorada por todos, no solo en círculos artísticos, sino en cada rincón de la comunidad”, subraya.
Con Ecos del Desierto y otros proyectos en desarrollo, Anahí Galarza Santillán amplía los horizontes de la danza contemporánea en su estado y en el país: “El arte tiene la capacidad de transformar realidades y preservar la memoria cultural. Mi compromiso es continuar trabajando para que la danza contemporánea sea una herramienta de conexión y transformación”, concluye.