;MÉXICO.- La sorprendente relación entre el dios azteca Tezcatlipoca, el mago isabelino John Dee y el espía secreto británico James Bond fue analizada, explicada y develada, anoche, por el artista mexicano César Martínez, durante su “confedrama” titulada Tezcatlipoca 007.
En el marco de su exposición individual La idea y la odisea, abierta en Ex Teresa Arte Actual, la conferencia que, al final se convirtió en un performance robótico, dejó más dudas que certezas que desconcertaron —y divirtieron— al público.
Mediante el acto se pretendía reflexionar sobre los antecedentes culturales y los lazos conceptuales entre Ian Fleming, autor de las novelas de James Bond; John Dee, consejero espiritual de la reina Isabel I; el dios de la oscuridad, Tezcatlipoca y los dispositivos móviles de comunicación actuales.
Como es usual en sus eventos artísticos, César Martínez dio una larga exposición de cómo el espejo que humea, que es Tezcatlipoca, se apoderó del imperio británico para convertirse en lo que hoy es un iPad de los más modernos y sofisticados del mundo.
Con una mezcla entre humor y sátira, entre la seriedad de un auténtico reportaje y el nuevo dogma de que la verdad es irrelevante, el artista se convirtió en un moderno Jacques Bergier con toques de Miguel León-Portilla y muchas dosis de esoterismo, Cábala, computación, celulares, cine, series de televisión y sociedades secretas.
Primeramente, habló del antiguo dios azteca Tezcatlipoca: amo del destino y de la noche; es el señor del espejo humeante, cuyo espejo está hecho de obsidiana y es un instrumento hechicero para ver y ser visto. Era el dios que manifestaba las cosas ocultas, entre otros muchos atributos.
Después, Martínez retomó a John Dee, mago que tiene una historia tan llena de aventuras maravillosas que pareciera que nunca existió verdaderamente, a pesar de ser el asesor ocultista de Isabel I. Él poseía un espejo negro con el cual se comunicaba con los ángeles y fue el que acuñó el término imperio británico.
Por si fuera poco, se agregó al análisis de las novelas del agente secreto James Bond, escritas por Ian Fleming, un antiguo espía secreto, al igual que el mago isabelino, ampliando su investigación para develar las influencias prehispánicas sobre uno de los íconos más célebres de la cultura pop contemporánea.
Apuntó el artista expositor que el número 007 fue inventado por John Dee, un código numerológico sagrado que utilizaba para firmar las cartas a Isabel I, como diciéndole “solo para tus ojos”.
César Martínez, quien últimamente ha mostrado gran aprecio por el significado oculto y rítmico, así como divertido, de las palabras, señaló que el espejo humeante, de acuerdo con su cosmovisión, es trilingüe por haber hablado náhuatl, español e inglés.
El espejo primero lo poseyó Tezcatlipoca y luego lo robaron los españoles para finalmente caer en manos de los ingleses. En los tres casos, el destino trajo tragedias, por lo que se desvió.
En conclusión, el artista dijo que el espejo de Tezcatlipoca es el moderno iPhone o iPad, porque a través de esas pantallas oscuras, como eran los espejos de Tezcatlipoca y John Dee, se puede ver todo el universo.