Fotografía: Especial

La Compañía Cabeza en Espiral visibiliza las realidades a través de la fantasía y la ilusión con títeres y marionetas

En CAMALEONES Redacción Leviatán

MÉXICO.- La habilidad de manejar los hilos que dan vida a títeres y marionetas ha llevado a Miguel Ángel Soto Robles, “Migueló”, director de la Compañía Cabeza en Espiral, a contar diferentes realidades en distintos festivales y escenarios de México y el mundo.

Realiza el trabajo con marionetas y títeres con el objetivo de representar, visibilizar y sensibilizar ante el público distintas realidades a través de la fantasía y la ilusión; pero, sobre todo, para sembrar amor y esperanza en el mundo en el cual vivimos.

El artista titiritero multidisciplinario conocido como “Miguelo” nació en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, donde permaneció hasta los 20 años, cuando decidió ir a la ciudad de Querétaro a estudiar Antropología, aunque esto no llenó sus expectativas. En 2004 volvió a Pachuca y en una feria del libro, por parte de la Universidad Autónoma de Hidalgo, vio un espectáculo de marionetas que le atrapó; y así, de manera empírica, se aventuró a experimentar con dar vida a algunos objetos “y expresarse mediante una marioneta”.

En entrevista, el titiritero comenta que dos años después construyó una primera marioneta, una guitarrista que tocaba una canción de The Extremist, de Joe Satriani, inspirada en su amiga Melissa Durán, guitarrista integrante de una banda de metaleros de la Ciudad de México denominada Alaghom, con la cual salió a la calle a recorrer Real del Monte, un pueblo cercano a Pachuca.

“Se llamaba ‘La güera’; la primera vez que salí, la verdad, me costó trabajo. Es cierto que hacía cosas plásticas, un poco de escultura, también con cera, cosas así, pero no tenía un trabajo escénico frente al público; pero fue una experiencia satisfactoria”.

En su caminar para obtener experiencia en lo escénico, “Miguelo” participó en 2008 en el Festival Internacional Cervantino Callejero del CLETA “José Revueltas”, un festival artístico independiente que organiza el Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (Cleta), donde tuvo la oportunidad de platicar con Enrique Cisneros, “El Llanero Solitito”, quien lo invitó a presentarse en su espacio, al tiempo que conoció otras compañías.

En diciembre de ese año, Miguel Ángel viajó a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para pasar el fin de año en las comunidades zapatistas y se convirtió en su hogar, donde empezó a trabajar con su compañía: Cabeza en Espiral.

“Me llegó la oportunidad de trabajar en una organización donde estuve coordinando proyectos para la realización de teatro para niños. Yo escribía los guiones de teatro y hacía la escenografía”, refiere.

A lo largo de este tiempo, Cabeza en Espiral ha creado varios montajes con sus diferentes técnicas de títeres, como: Lluvia de sueños (2007), dirigida a niños y adultos, en la que se cuentan diferentes historias breves: entre ellas, la de una niña que cuida de una palomita herida, la de un ciego que hace magia con la basura, un perrito que juega con su entrenador, una calaverita con el corazón roto que pasa de la tristeza al encanto.

Otras de sus creaciones son: Del grano a la taza (cine a mano, 2009), Zapata vive (cine a mano, 2010) y El refugio de los soñadores (Fonca, 2011).

Cabeza en Espiral se ha presentado en diferentes escenarios y festivales de México, Centroamérica, Sudamérica y Europa.

Sigue el trabajo creativo y escénico de “Miguelo” en Facebook e Instagram como: Cabezaenespiralmarionetas.

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