MÉXICO.- La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) a través del Museo Nacional de la Estampa (Munae), presentarán la exposición Vicente Rojo x Vicente Rojo. Retrospectiva gráfica 1968-2020, el próximo sábado 1 de abril, a las 12:00 horas.
Con el objetivo de difundir su obra gráfica y conmemorar el legado de uno de los artistas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX y XXI, ambas instituciones coincidieron en manifestar que esta muestra está dedicada a quien destinó gran parte de su vida a la exploración de las capacidades expresivas de las técnicas del arte gráfico.
Multifacético, renovador del diseño, artista de la gráfica, innovador del arte tipográfico, hombre de izquierda, maestro; son algunas de las características que distinguen a Vicente Rojo, “figura difícil de abarcar, persona inagotable”, de acuerdo con escritor Juan Villoro.
El director del Munae, Emilio Payán, señaló que “Vicente Rojo de quien hoy vamos a apreciar una exhaustiva selección de obra, fue sin duda uno de los artistas que mejor ha entendido el arte gráfico de nuestros tiempos, no solo en México, sino en todo el mundo. Un creador como Vicente Rojo no lo podemos definir simplemente como artista plástico, que además fue uno de los más grandes escultores de su generación, sino que fue un creador en todos los sentidos, alguien que, con sus manos y su intelecto, principalmente con su intelecto, transformó la estética universal de su época. Esta muestra debe entenderse también como un homenaje a la geometría, un homenaje al círculo, al triángulo y al cuadrado”.
Bajo la curaduría de Lilia Prado Canchola y de Karen Cheirif a cargo de la museografía, Vicente Rojo x Vicente Rojo. Retrospectiva gráfica 1968-2020, hace una revisión de la obra gráfica del artista, producción fundamental para la segunda mitad del siglo XX en México y que se distingue por la elaboración de series, es decir, Vicente Rojo trabajaba un tema por largo tiempo y exploraba todas las posibilidades y variantes que éste tenía.
“La vocación de Rojo se fue transformando constantemente por más de 60 años; poseía un carácter metódico, analítico, innovador y reflexivo sobre una misma temática, y a la vez, tenía la capacidad de absorber las diversas influencias que tuvo a lo largo de su trayectoria”, comentó la curadora Lilia Prado.
Esta muestra es el resultado de dos años de planeación, está integrada por obras del acervo del Munae, así como por piezas de colecciones privadas. Para llevarla a cabo fue fundamental el apoyo del hijo del artista, Vicente Rojo Cama, de Diego y Julián Rojo Espinosa y de Nora y Mara Sacristán Rojo, sus nietos y nietas que prestaron parte de su colección y dieron todas las facilidades para acceder al archivo y al estudio del maestro.
De acuerdo con su curadora, tanto el título como la imagen de esta exposición son conceptuales “utilizamos su nombre en contraposición en un espejo de agua, hace alusión al diseño y a la gráfica, ya que una estampa representa la imagen invertida de la matriz.
“La letra ‘X’ es la forma invertida y contrapuesta de la ‘V’ de Vicente. Construye también las formas geométricas de dos triángulos, uno de los elementos geométricos más representativos de su obra; hace referencia a la forma piramidal y a los volcanes, también a un reloj de arena que representa el tiempo, otro de los elementos presentes en su obra y que pensamos sería muy atinado utilizar en esta retrospectiva gráfica”, puntualizó Prado Canchola.
Vicente Rojo x Vicente Rojo. Retrospectiva gráfica 1968-2020 está integrada por una selección de 89 obras gráficas, entre carpetas y libros de artista realizadas con las técnicas de litografía, serigrafía, aguatinta, aguafuerte, zincografía, colografía y, para mostrar las diferentes disciplinas que abordó, también se exhiben un óleo, dos acrílicos, tres gouaches y dos esculturas.
Para el montaje, se incorporaron los colores de sus obras y los elementos geométricos que utilizaba, además de diversos recursos museográficos, como la reproducción de Discos visuales (1968), un álbum compuesto por cuatro poemas de Octavio Paz, ilustrados con dibujos y diagramas de Vicente Rojo; la proyección del vitral Versión celeste, obra luminosa creada en 2019 para el techo del patio principal de la Casa Matriz de Nacional Monte de Piedad.
Además, la transmisión de un video con los testimonios de los impresores que trabajaron de cerca con el maestro Rojo y que representan a los talleres: Ediciones Multiarte, Taller de Gráfica Bordes, La Siempre Habana, Tiempo Extra-Editores, Taller de Gráfica Mexicana, Taller Intaglio y Taller Back Stone.
Al ser un referente del diseño gráfico y editorial, debido a la creación de portadas icónicas que distinguen a varias obras de la literatura mexicana e hispanoamericana, no podía faltar, de su serie Negaciones, la pieza T, cuya composición consta de las 20 portadas realizadas por Vicente Rojo para la Editorial Era, de la que fue fundador y cuyo nombre es un acrónimo de los apellidos de sus fundadores: Espresate, Rojo y Azorín.
En cuanto al concepto curatorial, el visitante podrá apreciar un recorrido cronológico con una práctica reflexiva en torno a la producción de obra gráfica, su capacidad expresiva, y los talleres en los que trabajó.
“Los núcleos temáticos corresponden a seis décadas de trabajo en las que desarrolló las series: Señales, con imágenes abstractas extraídas de formas geométricas básicas como el círculo, el triángulo y el cuadrado; Negaciones, surgida de su intención de que cada cuadro negara al anterior y al que le seguiría; Recuerdos; México bajo la lluvia, concebida un día que Rojo vio llover en el Valle de Cholula; Escenarios , compuesta de miniseries y que deja ver un repaso de sus temas anteriores y una suma de los mismos en las que integra a la arquitectura y, por último, Escrituras, compuesta por inventos de alfabetos”, puntualizó la curadora.
ROJO X ROJO
Vicente Rojo nace en Barcelona en 1932, en donde estudió escultura y cerámica. Años más tarde se reúne en México con su padre, exiliado tras la Guerra Civil Española en 1949. A los 17 años asistió a clases en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del Inbal y en la academia particular del pintor Arturo Souto.
Nacionalizado mexicano, Rojo desarrolló una brillante trayectoria en nuestro país como diseñador gráfico, editor, pintor, escultor y grabador. Perteneció al movimiento artístico conocido como “La Ruptura”, que se gestó en la década de los cincuenta y el cual representó para el artista una apertura caracterizada por la liberación de la imagen, la búsqueda de nuevos lenguajes formales y conceptuales y la promoción del arte con un contenido apolítico en la que formalmente hubo dos vertientes: la abstracta y la figurativa.
Fue de los artistas que, a través de sus obras, lucharon en contra del nacionalismo y de los postulados de la Escuela Mexicana de Pintura, del mismo modo imprimieron un cambio definitivo en el panorama de la plástica nacional; es por eso que Rojo ha sido considerado uno de los artistas más importantes de dicha generación y del abstraccionismo en México.