MÉXICO.- Teotihuacan: ciudad de agua, ciudad de fuego es el título de un nuevo libro que aborda, de manera amplia, el significado de esta imponente ciudad mesoamericana, un compendio del conocimiento que la arqueología y la antropología, con el auxilio de varias disciplinas científicas y el uso de tecnología avanzada, han desenterrado durante décadas de trabajo de campo constante, así como exhaustivos análisis de laboratorio e interpretaciones en los gabinetes de estudio.
La obra es la primera edición en español del volumen publicado en inglés, en 2017, como complemento de la magna exhibición homónima, organizada por el Museo de Young de San Francisco y el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, California, en Estados Unidos, en colaboración con la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El libro en inglés fue editado por el Museo de Bellas Artes de San Francisco de Young y la Universidad de California. La publicación en español es una coedición del INAH y la Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno del Estado de México, por medio de su Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE).
La 33 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), la cual se celebra en el Museo Nacional de Antropología (MNA), fue el marco en que se presentó esta novedad editorial, con los comentarios de dos de las autoras, las arqueólogas Julie Gazzola y Nelly Zoé Núñez Rendón.
Sobre la curaduría para elegir las piezas de la muestra a presentar fuera de México, Núñez Rendón indicó que este proceso duró cuatro años, el cual se basó en resaltar que el arte fue uno de los medios a través de los cuales la población se comunicó y plasmó parte de su vida cotidiana, así como ejemplificar su multiculturalidad, la cual alcanzó un desarrollo único en Mesoamérica.
El libro reúne 20 ensayos, escritos por los más destacados arqueólogos e investigadores, quienes se han enfocado en el estudio de la “Ciudad de los dioses”: Rubén Cabrera Castro, Saburo Sugiyama, Linda Manzanilla, Nelly Zoé Núñez Rendón, Julie Gazzola, Sergio Gómez Chávez, Nikolai Grube, Leonardo López Luján, Christophe Helmke, David M. Carballo, Érika Carrillo, George L. Cowgill, Laura Filloy Nadal, Diana Magaloni, Jesper Nielsen, Hillary Olcott, Megan E. O´Neil, Matthew H. Robb, Alejandro Sarabia González y Nawa Sugiyama.
Los textos están distribuidos en los capítulos: Introducción a Teotihuacan, La Ciudadela y la Pirámide de la Serpiente Emplumada, La Pirámide del Sol, La Pirámide de La Luna y Los conjuntos de departamentos (La Ventilla y la Plaza de los Glifos, El Palacio de Xalla y los barrios extranjeros, entre otros); así como La religión teotihuacana, El arte teotihuacano y Mapa de Teotihuacan, con un texto sobre la cartografía del sitio, además del catálogo de la exposición con mapas.
Las autoras explicaron que los textos abordan los más recientes datos obtenidos a través de excavaciones. La obra en su conjunto da un amplio panorama sobre el significado de la ciudad de Teotihuacan, cuya influencia se extendió por toda Mesoamérica a lo largo de los siglos, y cuyo prestigio, enriquecido por el mito, se mantenía vivo a la llegada de los europeos.
Al tiempo que detalla las expresiones materiales de los antiguos habitantes de la metrópoli, también da luces sobre el pensamiento, la cosmovisión y las actividades cotidianas de una sociedad que, de acuerdo con los testimonios materiales, privilegió lo comunitario sobre lo individual.
Ampliamente ilustrado con fotografías de una o dos páginas, las cuales registran más de 200 objetos, el contenido, tanto textual como gráfico, revela la dinámica y polifacética vida urbana teotihuacana, aún con incógnitas para la arqueología, las cuales, poco a poco, han ido desvelando investigadores mexicanos y extranjeros.
Para el Estado de México, Teotihuacan es un gran recinto cultural de investigación y con gran valor turístico, pues es la zona arqueológica más conocida de México en el mundo, por lo tanto, es de gran influencia para los municipios del noreste del estado, como San Juan Teotihuacan, donde se ubica la Pirámide del Sol, o San Martín de las Pirámides, donde se asienta la Pirámide de la Luna, finalizó el miembro del CEAPE, Rodrigo Sánchez Arce, moderador de la mesa.