PUEBLA, MÉXICO.- Comenzó como vendedor ambulante de plomeros, escobas, sopladores, bolsas, entre otras artesanías de palma. Hoy es presidente auxiliar de la población indígena de Santa María la Alta, en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, Puebla.
Más allá de poseer un cargo público, para Nicolás Morales Chico ser una figura de autoridad ha sido una oportunidad para representar a las comunidades originarias, su pueblo y velar por la mejora de sus condiciones de vida.
“Tengo un espíritu de que mi pueblo se vaya para arriba con su cultura, su estudio, que se olvidara la criminalidad (…). Por eso nos ponen como gobernantes para cuidar a nuestro pueblo”, dijo en entrevista con LEVIATÁN.
Reconoce que las poblaciones indígenas aun sufren de segregación social y carecen de recursos indispensables como el agua, pero la empatía por parte de sociedad es de lo que más carecen, pues permanece la discriminación a los pueblos originarios.
“Lo que nos hace falta es la cultura de las casas, luego de nuestros maestros, de nuestros gobernantes (…). Les pido de corazón que nos sigan apoyando para desaparecer aquel mal pensamiento de los hombres que piensan maldades en contra”.
Por ello, en el marco de la conmemoración al Día Internacional de los Pueblos Indígenas pidió recuperar elementos como las lenguas originarias y tradiciones, para que siga la cultura de los pueblos indígenas del estado.