PUEBLA, MÉXICO-. “No es lo mismo que alguien diga una mentira a que alguien desde el anonimato diga mentiras para generar un impacto social”, aseguró el periodista y escritor Jenaro Villamil al participar en la Fenali BUAP.
Durante su conferencia en el primer día de actividades del encuentro librero en Puebla, en charla con el también periodista poblano Martín Hernández, Villamil advirtió sobre el riesgo que tiene en la sociedad la información falsa que se comparte, tanto desde las redes sociales como desde los medios de comunicación.
Al abundar sobre el problema de la infodemia en la vida contemporánea, indicó que esta problemática surgió a partir de que el espectáculo se mezcló con la agenda informativa, promovida y apoyada en gran medida por los medios de comunicación.
Como ejemplo de ello, señaló los recientes grupos antivacunas que se derivaron de la pandemia de covid-19, quienes “mezclaron verdades a medias con mentiras absolutas”.
Más aún de la injerencia de los propios medios en esta pandemia de noticias falsas, comentó que fue el montaje que se creó a partir del suceso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotizinapan: “Qué más infodemia e injerencia del montaje, que los 43 de Ayotzinapa. A unos años nos encontramos que hay un montaje de la verdad histórica”.
Dijo que estos montajes de espectáculo que se suelen armar desde la prensa, se llevaron a la práctica política y se llevaron al grado más “grotesco” durante los gobiernos de los expresidentes Calderón y Enrique Peña Nieto, claros ejemplos de “la televisión en la política”.
Villamil enfatizó que gran parte de la infodemia es manipulada cuando los informadores y comunicadores utilizan algoritmos.
“Cuando quieres que una versión mentirosa se viralice, utilizas el poder del algoritmo. Lo más delicado es que ya no te estás enfrentando a alguien con rostro, sino a un robot del cual las plataformas digitales no se hacen responsables.
El periodista de La Jornada, Martín Hernández, preguntó al especialista sobre si una política pública sería viable para disminuir esta infodemia al promover una “alfabetización mediática” para que la audiencia pueda distinguir entre la información falsa y la verdadera.
A ello, contestó que “las noticias falsas son un tsunami que las políticas públicas no lo pueden erradicar”, pero al ser entidades financiadas con dinero público tienen el deber y compromiso de investigar cuando se está difundiendo información falsa.
