PUEBLA, MÉXICO.- El cierre de espacios culturales independientes durante los dos años anteriores al 2022, a causa de la pandemia de coronavirus, enseñó a los colectivos artísticos a sobrevivir con “lo mínimo de lo mínimo”, ante una de por sí carente situación laboral y económica del sector.
Así lo señaló Carlos Orduña, director de teatro y fundador del Breve Espacio en Puebla, durante la mesa de diálogo “Espacios y colectivos culturales independientes y públicos”, parte del ciclo Diálogos para un Sector Cultural Floreciente e Inclusivo que organizó el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP) en colaboración con la Unesco México.
Y es que ante la de por sí complicada situación a la que se enfrentan los espacios culturales independientes en el estado, sus actores y gestores tuvieron que reinventarse para soportar la agravada carencia laboral y económica que tuvo el sector desde el 2020.
En el caso particular de El Breve Espacio, un foro cultural independiente creado en 2003 y con antecedentes de ser una librería desde 1983, Orduña señaló que la circunstancia de salud casi los lleva a bajar los telones definitivamente; no obstante, la solidaridad de otros colegas los hizo resistir para volver a tener el privilegio de regresar con los públicos.
“Yo creo que el confinamiento nos dejó muchas lecciones (…). El lugar estuvo cerrado casi dos años, entonces imagínense las enseñanzas que no nos pudo haber dejado el sobrevivir con lo mínimo de lo mínimo. Fue un aprendizaje de vida y solidaridad”.
En el mismo sentido, Ana Paula Martínez, integrante del área de comunicación del foro teatral Puro Drama, señaló que se vieron obligados a cambiar el formato para no cerrar el lugar, lo cual igualmente fue posible gracias a la solidaridad de los colectivos.
“Llega un momento en que dices: ‘reinventarse o morir’. Pero justamente creo que de las lecciones (…), dentro del dolor que implica estar encerrado, fue la solidaridad, la camaradería y el apoyo del público”.
Por ello, consideró que es responsabilidad de los espacios culturales cobijar los proyectos de colectivos, artistas y la comunidad, quienes generan discursos que influyen en la identidad cultural de la gente.
En su turno a la palabra, Norma Angélica Mena, gestora cultural del Grupo Culturarte, destacó que los foros independientes “son el pilar para seguir adelante”, por lo que estimó que deberían ser apoyados por los públicos, colectivos artísticos, entes de gobierno, la sociedad y otros foros independientes con los cuales se pueda homologar un mismo fin: continuar dando vida a contenidos de arte y cultura.
Finalmente, Mónica Ponce, directora del Foro Cultural Las Nahualas, cuestionó si más allá del discurso los foros independientes y sus gestores están dispuestas y dispuestos a accionar y realmente a entretejerse como espacios de fraternidad.
Al asegurar que el arte es un derecho humano, la también integrante de la colectiva feminista El Taller enfatizó que es obligación de los tres niveles de gobierno proporcionar a todos los creadores y creadoras de arte, proyectos y salarios dignos, además de acceso a la seguridad y salud.
“Es necesario exigirle al Estado que proporcione salarios dignos para los actores, actrices y compañías de teatro, incluso un seguro (…), porque desafortunadamente el arte, la salud y las mujeres le vale maíz al Estado”, dijo.
