PUEBLA, MÉXICO.- En los primeros tres meses de gobierno del presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, los habitantes de Puebla capital percibieron una ciudad más peligrosa, pues la sensación de inseguridad por temor al delito aumentó 13.1 puntos porcentuales de septiembre a diciembre de 2021.
Lo anterior, pues el índice de percepción de inseguridad pública pasó de 68.8 a 81.9 durante el cuarto trimestre del año pasado, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La cantidad de poblanos que sintió mayor inseguridad en su ciudad, superó en 16.1 puntos el promedio nacional, que se ubicó en 65.8 por ciento.
Los cajeros automáticos localizados en la vía pública, el transporte público y las sucursales bancarias, fueron los tres espacios donde la población sintió mayor inseguridad durante los meses registrados, según reveló el estudio.
En comparación, la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco recibió la administración municipal, en octubre de 2018, con una percepción de inseguridad de 84.9, y cerró su gestión en octubre del año pasado con un índice de 68.8, una reducción de 16.1 puntos porcentuales a lo largo de su mandato.
La encuesta realizada a hombres y mujeres mayores de 18 años en 75 ciudades de la república mexicana, constató que Puebla fue una de las seis que tuvieron incrementos estadísticamente significativos, junto a Ciudad Juárez, Chihuahua; Miguel Hidalgo en la CDMX; Zapopan, Jalisco; Chimalhuacán, Estado de México; y la capital de Veracruz.
Por contrario, las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron San Pedro Garza García (16.2), Los Cabos (20.2), San Nicolás de los Garza (24.6), Piedras Negras (24.8), Tampico (25.3) y Puerto Vallarta (26.6%).
El estudio a nivel nacional, confirmó que las mujeres fueron quienes percibieron mayor inseguridad al representar el 70.3 por ciento, frente al 60.2 que se registró de la población masculina.
Durante el segundo semestre de 2021 a nivel nacional, 25.2 por ciento de los hogares tuvo al menos una víctima de robo y/o extorsión; el 13.5 por ciento de la población fue víctima de acoso personal y/o violencia sexual, de las cuales las mujeres fueron las más afectadas.
Aunado a ello, se registró que 11.3 por ciento de los encuestados fueron víctimas de actos de corrupción por parte de autoridades de seguridad pública.
Los datos proporcionados por el Inegi revelaron que en los últimos meses ha existido un ánimo negativo de los ciudadanos, quienes no se sienten seguros en las calles, en sus trabajos, en el transporte público ni en sus hogares.
