PUEBLA, MÉXICO.- La pobreza y crisis económica que está dejando la pandemia de Covid-19 en todo el mundo, continuará incrementando los volúmenes de caravanas migrantes de centro y sudamericanos a México en su paso hacia los Estados Unidos, advirtió la investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas de la UPAEP, María de Lourdes Rosas López.
Ello pues de igual forma continúan en aumento la desesperanza y la ausencia de posibilidades de una vida mejor, una situación que también incluye a gente de los países del sur de México que presentan menos desarrollo que el resto del país.
Estadísticas de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación revelaron que eventos de migrantes retenidos en México se dispararon este 2021 en comparación con el 2020.
Hasta el mes de agosto de este año se registraron al menos 117 mil 052 eventos de extranjeros presentados ante la autoridad migratoria principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador; del total, en más de 20 mil estuvieron involucrados menores de edad, y de ellos casi 800 estuvieron sin compañía de un adulto.
Durante la conferencia “Los Migrantes y su tránsito por México, durante la pandemia de salud”, organizada por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la especialista destacó las estrategias colectivas que han adoptado en la actualidad los migrantes a lo largo de su desplazamiento.
En las últimas dos décadas, continuó, han sido de manera masiva a comparación de años atrás que era común ver migrantes en lo individual o pequeños grupos de 50 o 100 personas, pero a partir del 13 de octubre de 2018, salió la primera caravana de migrantes de la terminal de autobuses de San Pedro Sula, Honduras y en su paso por Honduras, Guatemala y la frontera sur de México, se sumó más gente hasta que llegaron a territorio mexicano casi 7 mil personas.
Las caravanas de migrantes, a decir de Rosas López, tienen dos funciones principalmente: una, protegerlos durante el tránsito donde encuentran redes de delincuentes locales y trasnacionales o traficantes de personas; el segundo, disminuir el costo económico por desplazamiento, puesto que el pago por los servicios de un “coyote” puede rondar en los 10 mil dólares.
Consideró que, para disminuir las migraciones de las naciones que la generan, incluido México, los gobiernos deben garantizar desarrollo, fuentes de trabajo, riqueza y bienestar para la población, además de cuidar a los ciudadanos combatiendo al crimen, delincuencia organizada, y eliminar la violencia.
