PUEBLA, MÉXICO.- Caracterizado por su ambiente natural, rodeado de vegetación y atravesado por el río Atoyac, así es la comunidad de Santa Cruz Tejalpa. A pesar de tener una ferviente tradición religiosa durante Semana Santa, que reúne a miles de personas para visitar el santuario del Señor de Tejalpa, esta región rural del municipio poblano de Tehuitzingo, estuvo por mucho tiempo limitada en el desarrollo cultural.
Hasta el 2009, los niños y jóvenes de la comunidad crecían con una oferta artístico, literaria y científica muy limitada, hasta que un grupo de jóvenes de forma voluntaria y altruista comenzaron a diversificar las actividades de esta localidad de la mixteca poblana con el llamado Festejalpa.
El Festival de Arte, Literatura y Ciencia “Festejalpa”, surgió hace 12 años, en mayo de 2010, por iniciativa de Zaira García Castro, una pobladora del lugar que insistió en ampliar las formar de desarrollo comunitaria, junto a una decena de jóvenes, a quienes desde entonces se les sumó el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y el Consejo Puebla de Lectura (CPL), para conformar un encuentro que con sus colores y formas hoy le brinda mayor identidad a Santa Cruz Tejalpa.
“Las y los niños han visto que viven en un espacio bello que brinda calidad de vida y que les da también alternativas para poder aprovechar sosteniblemente ese espacio, y que también estimula la imaginación, la exploración la observación de lo que ahí habita”, dijo Zaira García a LEVIATÁN.
El festival busca “fomentar e impulsar la cultura en esta localidad rural con actividades que difícilmente pueden ofrecerse en la zona por su lejanía con la capital del estado”.
Este año el Festival se realizó los días 16 y 17 de octubre y, como en otras ediciones, reunió a artistas plásticos, músicos, científicos y promotores de lectura para ofertar talleres, funciones musicales y artísticas o lecturas colectivas.
A decir de Zaira García, la fuerza del núcleo familiar, la amistad y las redes de solidaridad que se han creado con voluntarios como Angélica López y Paola Buendía, además de los miembros del pueblo, son aspectos fundamentales para que el Festejalpa haya sobrevivido durante estos doce años.
“Todas las personas que han asistido a Tejalpa año con año, sobre todo las organizadoras Gelib y Paola, han estado aportando voluntariamente lo que saben hacer. Entonces, ha funcionado porque desde Puebla nos hemos organizado para que se conecten las habilidades de la parte artística, científica y literaria con la logística de Tejalpa. Es un festival en que la gente participa de manera muy activa para ayudar”.
Más de una década después, este festival dirigido a niños, jóvenes y adultos ha hechos no sólo que la comunidad espere cada año el regreso del Festejalpa, sino que logró consolidar el proyecto de una Biblioteca Comunitaria, la creación de un club de lectura y un club de astronomía, el crecimiento de un grupo de danza e incluso un taller de cine comunitario.
“Antes se hacía una vez al año durante cuatro días, (pero) nos dimos cuenta que hacía falta que se hiciera más actividades a lo largo del año”.
El festival ha aportado más allá de la literatura y el arte, pues previo a la realización de cada festival se hacía una consulta en las escuelas de la región para preguntar los temas que les gustaría abordar, una práctica que les ayudó aún más a diversificar las actividades de acuerdo con los intereses de los niños y jóvenes del lugar.
“Pedían talleres de cocina, costura, robótica, cosas que no estaban dentro de nuestras posibilidades pero que la gente tiene también ganas de poder explorar otros campos. Creo que con el paso de los años también se ha ido haciendo esa consulta de ver qué es lo que nos falta hacia dónde podemos seguir aportando y que se puedan cubrir otras edades”.
El conceso entre organizadores y las personas de la comunidad, cómo señaló García Castro, son importantes para que cualquier evento de este tipo funcione como lo ha hecho el Festejalpa, pues “si la gente del pueblo no está involucrada y no participan ni propone es complicado que cualquier proyecto continuar adelante. Creo que siempre se tiene que hacer ese consenso de escuchar las propuestas de las personas del sitio”.
“Es fundamental que alguien de la comunidad sea ese enlace y luego que hagan esos vínculos con la gente que conocen y que vayan a cubrir las necesidades de aquel consenso que se haya hecho”.
La gestora cultural aprovechó para gradecer a todas las personas que de manera colectiva o individual han acompañado en la creación del Festival de Arte, Literatura y Ciencia Festejalpa con participaciones de teatro, cine, circo, talleres de ciencia, lectura entre muchos otros talleres.
“Son 12 años en los que nos han apoyado con sus conocimientos. Agradecimientos para todas estas bellas personas y también a quienes están directamente involucrados en la organización y el recibimiento de la gente en mi casa, a mi madre Amelia porque sin ella no podría ser posible todo esto”.